Sarah Burlando sufrió una accidente y debió ser hospitalizada
Sarah, la hija de 3 años de Barby Franco y Fernando Burlando, sufrió una accidente y debió ser hospitalizada de urgencia.
El fanatismo de Fernando Burlando por Estudiantes de La Plata lo lleva a cruzar provincias, rutas y kilómetros sin pensarlo dos veces. Pero esta vez, lo que debía ser una fiesta futbolera terminó convirtiéndose en una verdadera pesadilla familiar apenas pisaron suelo santiagueño.
El reconocido abogado viajó junto a Barby Franco y su hija Sarah para presenciar la final del Torneo Clausura. Todo era alegría, ilusión y camisetas albiazules… hasta que, minutos después de bajar del avión, ocurrió lo impensado.
Apenas subieron al transfer que los llevaba desde el aeropuerto, Sarah Burlando sufrió un accidente tan inesperado como angustiante. En una maniobra mínima, la nena perdió el equilibrio, cayó hacia atrás y golpeó violentamente su cabeza contra un esquinero de madera. El resultado fue inmediato: sangre, gritos, desesperación y una carrera contrarreloj hacia el hospital más cercano.
“Mi primer corte”, escribió Barby Franco en redes sociales, mientras relataba paso a paso el dramático momento que la dejó completamente en shock. Según contó, Sarah estaba feliz, inquieta y curiosa, hasta que un segundo lo cambió todo.
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La escena fue impactante: Fernando Burlando tomó a su hija en brazos e intentó frenar la hemorragia con presión, mientras Barby entraba en pánico. En cuestión de minutos, la familia llegó de urgencia a un centro de salud de Santiago del Estero, donde los médicos confirmaron lo que nadie quería escuchar: la herida requería intervención quirúrgica.
Finalmente, los profesionales decidieron suturar el corte con dos puntos en la cabeza. “Yo estaba en shock”, reconoció la modelo, aún conmocionada por el susto. Por fortuna, tras varias horas de controles y observación, Sarah fue dada de alta y el episodio no pasó a mayores.
A pesar del impacto emocional, la familia Burlando decidió seguir adelante con el plan original y se dirigió al estadio para alentar a Estudiantes, agradeciendo profundamente la atención médica recibida. Sarah, ya recuperada, fue vista tranquila y en brazos de su mamá, dejando atrás uno de los momentos más angustiantes del viaje.
Lo que iba a ser solo fútbol terminó siendo una historia de miedo, urgencia y alivio. Un recordatorio brutal de cómo, en segundos, todo puede cambiar.