En un escándalo que parecía ya tener suficientes protagonistas, capítulos y giros inesperados, Wanda Nara volvió a demostrar que siempre puede subir la apuesta. Y esta vez lo hizo con un gesto mínimo, pero lo suficientemente potente como para detonar un nuevo temblor mediático: un guiño público a Benjamín Vicuña, justo en el momento más delicado de su guerra con la China Suárez… y mientras su propio ex, Mauro Icardi, convive con la actriz en Turquía.












