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Documental “Justicia Divina”: Se descubrió que Makintach participaba en un proyecto audiovisual titulado Justicia Divina, con grabaciones dentro del tribunal (en la sala, su despacho y pasillos). Para el jurado de enjuiciamiento, su participación comprometía la imparcialidad del juicio, ya que la actividad tenía “intereses personales” y generó un conflicto de roles.
Veredicto del jurado de enjuiciamiento: Tras seis audiencias, los 11 miembros del jurado votaron unánimemente para destituirla. Se la halló responsable de “incumplimiento de deberes”, “parcialidad manifiesta” y “actividades incompatibles con la dignidad judicial”, según la resolución oficial. Además, fue inhabilitada de por vida para ejercer cargos judiciales y perderá su jubilación. Makintach no estuvo presente en la lectura del fallo. Declaró sentirse “desilusionada” y anunció que apelará la decisión. Por su parte, la familia de Maradona celebró la decisión, subrayando que el “documental clandestino” había contaminado el proceso y dañado la imagen de la justicia.
Investigación penal: No termina todo en lo disciplinario: Makintach además está imputada por una causa penal en la Justicia de San Isidro, vinculada a su relación con la productora que filmaba el documental. También fue suspendida de su cargo docente en la Universidad Austral tras el escándalo.
EXCLUSIVO: EL FALLO DE LA DESTITUCIÓN DE MAKINTACH
EXCLUSIVO: EL FALLO DE LA DESTITUCIÓN DE MAKINTACH
¿Qué significa su destitución para la causa Maradona?
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Justicia restaurada: su destitución es vista como un paso clave para recuperar la legitimidad del proceso. Muchos consideran que sin su participación, el juicio podría tener una base más sólida de imparcialidad.
Nuevo comenzar: la nulidad del juicio que ella presidía y su remoción allanan el camino para que el proceso se reinicie con garantías más claras.
Reclamo simbólico: para la familia de Maradona, su caída significa una victoria moral: no solo se juzgan a los médicos, sino también los errores institucionales que permitieron una causa viciada.
Presión pública y mediática: todo el episodio amplificó la atención sobre el juicio. No solo se trata de determinar responsabilidades médicas, sino de reflexionar sobre los límites éticos del poder judicial.
Por ahora, la causa sigue lejos de cerrarse. El nuevo juicio que arrancará en 2026 carga con la expectativa de una justicia más transparente, en medio de las cicatrices institucionales que dejó la participación polémica de la jueza Makintach. Su destitución no solo marca un quiebre dentro del proceso, sino que redefine el escenario judicial: lo que estaba viciado por decisiones personales debe volver a ponerse en pie sobre una base más imparcial.