"Los humanos del pasado se podían reconocer por un canto bastante similar. Y ahí empezaron a armar estas comuniones, estas familias", señaló y remarcó que la noción de familia cambió en los últimos "30 o 50 años" cuando se conformaba por "papá, mamá e hijos". "Entonces, hoy la comprensión de la familia va cambiando y también la del amor se va modificando", expuso el divulgador científico y remarcó que se le pide a una madre que "piense en la relación con sus hijos o en el vínculo amoroso", y se pide la misma acción a un padre, "se activan regiones distintas". Al respecto, añadió: "En la madre se le activa la amígdala, que es una región muy basal, muy vinculada a las emociones, a lo instintivo. Es la parte más animal. Y en nosotros, los varones se nos activa una parte más social". "Según estas investigaciones amamos con regiones distintas del cerebro", destacó.