- Muertos detenidos (producto de tormentos en detención).
- Gatillo fácil (fusilamientos).
- Muertes intrafuerza o intrafamiliares (aquellos casos en los que el asesino usa los recursos represivos del Estado en un conflicto interno o familiar, como un femicidio realizado por un policía con su arma reglamentaria).
- Muertes en protestas sociales o como consecuencia de otras circunstancias.
Ya en 2015, año de gobierno kirchnerista, puede notarse un aumento de la represión estatal. Aquel año hubo 441 asesinatos de las fuerzas de seguridad. En el año siguiente, 2016, hubo 442 y en 2017, 451.
La caída a 333 casos en 2018 se debe a que aún falta registrar muertes en lugares de detención, número que rondaría los 150 casos, según CORREPI. El número final de víctimas de cada año suele publicarse meses más tarde. Si tomamos la estimación como cierta, sería un máximo histórico: 483 asesinatos estatales en un año.
Qué pasa en las provincias. Teniendo en cuenta todos los casos de los últimos 21 años, Buenos Aires es la provincia con mayor tasa de asesinatos por fuerzas estatales, tomando el censo de población de 2010 del INDEC. Tiene una tasa de 216 asesinatos por millón de habitantes.
Tierra del Fuego es la segunda provincia con mayor tasa, 204 por millón de habitantes. Santa Fe (199 casos por millón de habitantes) y Chubut (180) son las otras provincias con mayor tasa de asesinatos por agentes del Estado.