El fenómeno no solo está en la mira de la justicia federal, sino que también hay profunda preocupación en el gobierno nacional por las consecuencias en la “calificación de seguridad” que podría afectar al pasaporte argentino como documento internacional de viaje.
“El principal problema radica en que esta gente viene y se va con un pasaporte argentino, que está número 19 en el ranking de los más seguros del mundo y que permite el ingreso a 171 países sin visa”, explicó a A24.com una fuente de la Dirección de Migraciones.
La investigación judicial se inició a fines del año pasado cuando una ciudadana rusa se presentó en los tribunales de Comodoro Py. Allí reveló el entramado y puso sus sospechas en la celeridad con la que se estarían otorgando nacionalidades argentinas a ciudadanos rusos.
El caso lo tomó la histórica jueza María Servini y le dio intervención al fiscal Federico Delgado.
Juntos lograron recopilar información de cómo 70 ciudadanos rusos (en su mayoría mujeres) consiguieron de manera exprés la residencia permanente en Migraciones.
Por qué mujeres rusas viajan a la Argentina para tener a sus hijos
El modus operandi expone a mujeres que llegaron a Buenos Aires embarazadas y tuvieron sus hijos para facilitar el posterior trámite de la residencia permanente.
El área de Migraciones respondió en el expediente que las residencias se otorgan “con la misma velocidad en todos los casos sin excepciones”. Sin embargo, A24.com pudo saber que hay casos de venezolanos que presentaron con anterioridad sus papeles y fueron primeriados por los rusos. Lo cual evidencia una maniobra diagramada de preferencias.
En la mayoría de los casos se apeló al ardid de presentar domicilios falsos, por eso existe la sospecha de una conexión local que garantice todo el proceso migratorio.
La justicia federal tiene en la mira a una agencia manejada por un matrimonio ruso con empleados argentinos.
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El caso de la mujer que regentea el negocio es llamativo: alquila un departamento en Puerto Madero, es beneficiaria de dos AUH (Asignación Universal por Hijo) y habría llegado al país en noviembre de 2021.
Una serie de allanamientos buscaron echar luz al funcionamiento de una red internacional que parece haber llegar a nuestro país para quedarse.
Asimismo, en las últimas horas trascendió el nombre de la principal apuntada: se trataría de Elena Kuklina, una joven de 26 años de nacionalidad rusa. También la justicia federal puso en la mira a su pareja Ruslan Yuslashev, un hombre de 39, nacido en el mismo país.