Hallazgo

Encontraron el cuadro robado por los nazis que buscaban en Mar del Plata

La obra, titulada Retrato de una dama, del pintor italiano Giuseppe Ghislandi y que pertenecía a Jacques Goudstikker, víctima del saqueo nazi, fue recuperada por la Policía.

Encontraron el cuadro robado por los nazis que buscaban en Mar del Plata. 

Encontraron el cuadro robado por los nazis que buscaban en Mar del Plata. 

En una casa de Mar del Plata, colgado sobre un sofá verde, apareció un cuadro robado por los nazis en los Países Bajos. La obra, titulada Retrato de una dama, es del pintor italiano Giuseppe Ghislandi y pertenecía al marchante de arte Jacques Goudstikker, víctima del saqueo nazi, fue recuperada este miércoles por la Policía tras décadas de estar desaparecida.

La historia salió a la luz gracias a una investigación del diario neerlandés Algemeen Dagblad, cuyos periodistas encontraron la pintura por accidente mientras recorrían un sitio de ofertas inmobiliarias. En una de las publicaciones, la obra estaba claramente visible, decorando una sala de estar familiar en una casa de Mar del Plata.

La familia que tenía la pintura decidió entregarla voluntariamente a la Fiscalía. No obstante, la entrega se produjo después de un allanamiento fallido: el martes, fiscales ingresaron al domicilio de Patricia Kadgien, hija del ex jerarca nazi Friedrich Kadgien, sin encontrar el cuadro.

Fue recién el miércoles cuando la obra fue finalmente devuelta. Este jueves está prevista la audiencia de imputación ante el fiscal federal Carlos Martínez, quien lleva adelante la investigación por encubrimiento y posible retención de bienes robados.

Quién era el verdadero dueño de la pintura

La obra Retrato de una dama estaba en las listas internacionales de obras robadas durante la Segunda Guerra Mundial. Su legítimo propietario era Jacques Goudstikker, un importante comerciante de arte judío-neerlandés, conocido por haber catalogado más de 1400 piezas en su inventario personal.

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El cuadro habría sido encontrado gracias a un anuncio inmobiliario. (Foto: gentileza AD)

El cuadro habría sido encontrado gracias a un anuncio inmobiliario. (Foto: gentileza AD)

Cuando los nazis ocuparon los Países Bajos en 1940, Goudstikker huyó con su familia hacia Inglaterra. Llevaba consigo un pequeño cuaderno negro que contenía los registros de su vasta colección. A pesar de sus esfuerzos, la mayoría de sus obras fueron robadas, vendidas o repartidas entre jerarcas del Tercer Reich.

Entre esas piezas, la pintura de Ghislandi fue una de las muchas que se esfumaron del mapa... hasta ahora.

El vínculo nazi: la familia Kadgien y su pasado oculto

El anuncio inmobiliario que permitió el hallazgo del cuadro estaba vinculado a una de las hijas de Friedrich Kadgien, un funcionario nazi con un perfil bajo, pero muy influyente dentro del régimen.

Kadgien fue miembro de las SS, mano derecha del jerarca Hermann Göring y parte activa de los Planes Cuatrienales del Tercer Reich, cuyo objetivo era financiar la expansión militar alemana. Dentro de ese marco, habría participado de la extorsión sistemática a comerciantes de diamantes judíos en Ámsterdam, además de apropiarse de numerosas obras de arte.

De acuerdo a documentos estadounidenses desclasificados, Kadgien era considerado “una serpiente de la más baja calaña” y un experto financiero que manejaba grandes fortunas del régimen nazi. Tras el final de la guerra, huyó a Suiza, donde fue interrogado pero jamás detenido. Luego, se instaló primero en Brasil y finalmente en Argentina, donde vivió con una nueva identidad y fundó una empresa. Murió en 1978 y estaría enterrado en el cementerio alemán de Buenos Aires.

Patricia Kadgien, bajo arresto domiciliario

El martes, cuando las autoridades llegaron a la casa de Patricia Kadgien, ella se encontraba presente, pero el cuadro ya no estaba allí. Esta situación llevó a que se la acuse de entorpecer la investigación. La Justicia ordenó su arresto domiciliario, medida que también alcanzó a su esposo.

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La obra, titulada Retrato de una dama, del pintor italiano Giuseppe Ghislandi, pertenecía a Jacques Goudstikker, víctima del saqueo nazi.

La obra, titulada Retrato de una dama, del pintor italiano Giuseppe Ghislandi, pertenecía a Jacques Goudstikker, víctima del saqueo nazi.

En un operativo paralelo realizado en la casa de la hermana de Patricia, se secuestraron otros dos cuadros, además de dibujos y grabados que podrían tener valor histórico o artístico. Según expertos en artes visuales consultados por la Fiscalía, las piezas podrían datar del siglo XIX, por lo que serán analizadas para establecer si también están vinculadas al saqueo nazi.

Por orden judicial, las próximas diligencias se mantendrán bajo reserva por 48 horas para garantizar su efectividad.

El reclamo de la familia Goudstikker

Luego de la recuperación del cuadro, los herederos de Jacques Goudstikker anunciaron que reclamarán su restitución inmediata. El caso podría escalar a nivel internacional, dado que la obra forma parte de un extenso reclamo por la restitución de bienes robados por los nazis a familias judías durante la guerra.

Este tipo de hallazgos no son aislados. En los últimos años, varios museos y colecciones privadas han devuelto obras sustraídas en ese periodo, pero los casos en domicilios particulares, y más aún fuera de Europa, son extremadamente inusuales.

Una pista inmobiliaria y un rompecabezas internacional

El detalle que permitió destapar esta trama fue tan simple como increíble: una foto de una casa publicada en internet, donde el cuadro aparecía de fondo, colgado en la pared. Lo que parecía una decoración más terminó siendo una pieza de arte robada durante el mayor conflicto bélico del siglo XX.

El cuadro robado por los nazis, que parecía perdido para siempre, ahora está en manos de la Justicia argentina. La historia combina espionaje, ocultamiento, migraciones posguerra y el largo brazo de la memoria que, aún 80 años después, no olvida ni perdona.

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