Inseguridad

La familia del kiosquero asesinado en Ramos Mejía evalúa cerrar el negocio

"Les sacaron un hijo y les pueden sacar un nieto tranquilamente", expresó uno de los hijos de Roberto Sabo al aludir a sus abuelos, que son dueños del Kiosco donde asesinaron a su padre.
El drugstore Pato

El drugstore "Pato", situado en Avenida de Mayo al 800, en pleno centro de esa localidad del partido de La Matanza

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“La idea es no seguir porque los entiendo (a sus abuelos) al 100% de que tienen miedo. Les sacaron un hijo y les pueden sacar un nieto tranquilamente”, expresó Nicolás, el hijo mayor del comerciante asesinado, que con 25 años también trabajaba en el drugstore "Pato", situado en Avenida de Mayo al 800, en pleno centro de esa localidad del partido de La Matanza

“Gracias a eso comíamos. Gracias a mi viejo que estaba siempre ahí. Y ahora el pedido de mi abuelo, tanto como de mi mamá, es que no se abra”, expresó el joven en diálogo con el canal TN.

La muerte de Roberto Sabo no solo provocó indignación y una generalizada protesta contra la inseguridad, sino que motorizó una colecta para la familia en la que se reunió mediante redes sociales dos millones de pesos.

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El hijo del kiosquero pidió que el asesino de su padre “se pudra en la cárcel”

El hijo del kiosquero pidió que el asesino de su padre “se pudra en la cárcel”

“Estamos en veremos, cómo haremos y qué haremos. Se agradece mucho a la gente que nos mandó la colecta, la plata y todo eso. Nos da un parche para pensar tranquilos, entre comillas, qué haremos”, expresó Nicolás.

El joven señaló que la idea es hacer "otra cosa", aunque se evalúa la forma de terminar con el negocio familiar fundado por su abuelo Pedro en una de las zonas más acomodadas del distrito de La Matanza,.

"Ahora por lo pronto estamos todos pensando en voz alta: ´Lo cerramos, bancamos que se termine el contrato, vendemos el fondo, vendemos la mercadería y lo cerramos´. Es como que no tenemos nada claro”, se sinceró.

Los padres del kiosquero asesinado en Ramos Mejía votaron y pidieron que "los delincuentes cambien el chip"

Sabo y Magdalena, su esposa, llegaron a la escuela, situada en Grito de Alcorta al 900, a las 11.40. “Les pido a los delincuentes que cambien el chip. Si son pobres y no tienen dinero para comer, que vayan a un comedor. De esta manera, no vamos a salir adelante. Intenten cambiar porque lo que estamos viviendo es una locura”, rogó el hombre, de 74 años.

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Sabo sostuvo que su voto ya lo tenía decidido desde antes de que ejecutaran a su hijo Roberto, crimen que puso en la agenda electoral la grave crisis de la seguridad. “Siempre votamos a los mismos”, dijo, sin decir a quiénes para no romper la veda electoral.

Después de votar, recibió las condolencias y un apretón de manos de uno de los oficiales de la policía bonaerense que custodiaba la escuela y, junto con su esposa, se fue. “Que cambie el sistema de seguridad”, repitió.

El asesinato que conmocionó a Ramos Mejía

El asesinato de Roberto Sabo originó una reacción popular en Ramos Mejía, partido de La Matanza, con movilizaciones y protestas por la falta de soluciones a la crisis de inseguridad. De 48 años y padre de dos varones, a Sabo lo mataron el domingo pasado de tres disparos, cerca de las 14, en su drugstore “Pato”, situado en la avenida de Mayo y Alvarado.

Por el crimen está detenido Leandro Suárez, de 30 años, que fue indagado por los delitos de homicidio criminis causae, robo calificado, hurto de vehículo, portación ilegal de arma de fuego de uso civil agravados por la participación de un menor (en este caso una adolescente de 15 años que fue su cómplice).

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Tras dispararle a Sabo, Suárez y la menor que iba con él escaparon en un Ford Focus negro que poco antes habían robado a un remisero que se encontraba por la zona. Durante el intento de escape, los dos delincuentes que iban en el auto chocaron contra un árbol en Saavedra y Alvear, tras lo cual ingresaron en un supermercado. Simulaban que iban a comprar, pero en realidad buscaban cambiarse la ropa para no ser reconocidos. Así quedó registrado en un video de seguridad.

Desde allí, ambos huyeron en una moto robada a un repartidor, aunque fueron alcanzados por personal de la comisaría 2a. de Ramos Mejía en avenida de Mayo y Rivadavia. Suárez había sido liberado el año pasado tras pasar seis años preso por una condena en un caso de robo.

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