El DT de Corea del Sur soliciando la revisión por FVS (Hector Vivas - FIFA/FIFA via Getty Images).
Cada equipo tiene un máximo de dos pedidos por partido, por lo que deben administrarlo con inteligencia. Solo se puede utilizar en cuatro situaciones específicas, las mismas que el VAR tradicional contempla como “errores claros y obvios”:
Una vez hecha la solicitud, el árbitro consulta al equipo de video y toma la decisión final en pocos segundos. El objetivo es claro: agilizar el proceso y reducir el tiempo muerto que suele generar el VAR convencional.
Por qué la FIFA impulsa este sistema
Aunque para el público resulta novedoso, la Tarjeta Verde no aparece por primera vez en Chile. La FIFA ya la había probado en la Copa Juvenil Blue Stars y posteriormente en el Mundial Femenino Sub-20 de Colombia 2024. Tras esos ensayos positivos, llegó el momento de aplicarlo en un torneo con mayor visibilidad internacional.
El motivo principal detrás del FVS es económico y logístico. A diferencia del VAR tradicional, que requiere múltiples cámaras, una sala de control equipada y personal especializado, el Football Video Support funciona con menos recursos técnicos y humanos, lo que lo convierte en una solución viable para federaciones o competencias que no pueden afrontar los elevados costos del sistema actual.
¿Convivirá con el VAR o lo reemplazará?
Con esta incorporación, hoy coexisten tres tipos de asistencia arbitral por video en el fútbol:
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El VAR tradicional, utilizado en ligas como la argentina.
El VAR 3D o semiautomático, estrenado en el Mundial de Clubes y orientado a los fuera de juego.
Y ahora, la Tarjeta Verde o FVS, centrada en la intervención directa de los entrenadores.
La gran incógnita es si la FIFA buscará unificar criterios en el futuro o si mantendrá estos formatos según el nivel y presupuesto de cada competencia. Por ahora, el FVS se posiciona como una opción ideal para torneos juveniles, categorías de ascenso o ligas emergentes, donde el VAR completo es inviable.