RECETA

Budín de zanahoria salado: la receta casera simple que cambia todas tus comidas

El budín de zanahoria salado es una opción práctica y diferente para cualquier momento del día. Con pocos ingredientes y un paso a paso sencillo, se puede preparar una versión casera ideal para acompañar comidas o disfrutar solo.

Budín de zanahoria salado: la receta casera simple que cambia todas tus comidas

El budín es una de esas preparaciones clásicas que, con pequeñas variaciones, puede transformarse en una receta completamente nueva. Aunque la versión dulce de zanahoria es muy conocida, el budín de zanahoria salado viene ganando protagonismo por su textura húmeda, su sabor suave y su versatilidad a la hora de acompañar diferentes platos.

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Esta receta se prepara con ingredientes simples, no requiere equipos especiales y puede disfrutarse tanto tibio como frío. Es ideal para servir como entrada, acompañamiento o incluso como parte de una picada más saludable.

Qué ingredientes se necesitan para hacer un budín de zanahoria

  • 2 zanahorias medianas ralladas

  • 2 huevos

  • ½ taza de aceite (puede ser de girasol u oliva suave)

  • 1 taza de harina común o integral

  • 1 cucharadita de polvo de hornear

  • ½ taza de queso rallado (tipo parmesano o reggianito)

  • Sal y pimienta a gusto

  • Opcional: cebolla salteada, perejil picado o semillas

Paso a paso para prepararlo

  • Preparar los ingredientes: lavar, pelar y rallar las zanahorias. En un bowl grande, batir los huevos junto con el aceite hasta que la mezcla quede integrada.

  • Incorporar los secos: sumar la harina, el polvo de hornear, la sal y la pimienta. Mezclar hasta obtener una masa homogénea.

  • Agregar la zanahoria y el queso: incorporar la zanahoria rallada y el queso rallado. Si se desea, también se pueden sumar cebolla rehogada o hierbas frescas para darle más sabor.

  • Verter en el molde: colocar la mezcla en un molde de budín previamente aceitado o forrado con papel manteca.

  • Cocinar: llevar al horno precalentado a 180°C durante 35 a 40 minutos, o hasta que al insertar un cuchillo en el centro, éste salga limpio.

  • Dejar enfriar: una vez listo, dejar reposar unos minutos antes de desmoldar. Se puede servir tibio o a temperatura ambiente.

Cómo lograr que quede esponjoso

El secreto está en no sobrebatir la mezcla y en usar zanahorias frescas, ya que aportan humedad natural al budín. Además, agregar un poco de queso rallado o ricota ayuda a darle una textura más suave y aireada. Si se busca un resultado más liviano, se puede reemplazar parte del aceite por yogur natural.

Ideas para acompañar

El budín de zanahoria salado combina muy bien con ensaladas, dips o vegetales grillados. También puede cortarse en rodajas y servirse como base para canapés o tostadas. En reuniones o picadas, se destaca por su sabor delicado y su aspecto dorado y tentador.

Incluso, es una excelente opción para llevar al trabajo o tener listo en la heladera. Dura varios días refrigerado y puede recalentarse en horno o tostadora sin perder textura.

Un clásico renovado

El budín de zanahoria salado demuestra que los ingredientes más simples pueden dar lugar a recetas originales y sabrosas. Su sabor equilibrado y su versatilidad lo convierten en una excelente alternativa para quienes buscan variar los menús cotidianos sin complicarse en la cocina.

Además, es una forma práctica de incorporar vegetales, especialmente para quienes no son fanáticos de las verduras. Preparado en casa, permite controlar la cantidad de grasa y sal, y adaptar los sabores a gusto personal.

Ya sea como acompañamiento, snack o entrada liviana, este budín tiene todo para convertirse en una de esas recetas que se repiten una y otra vez.

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