Incluso, es una excelente opción para llevar al trabajo o tener listo en la heladera. Dura varios días refrigerado y puede recalentarse en horno o tostadora sin perder textura.
Un clásico renovado
El budín de zanahoria salado demuestra que los ingredientes más simples pueden dar lugar a recetas originales y sabrosas. Su sabor equilibrado y su versatilidad lo convierten en una excelente alternativa para quienes buscan variar los menús cotidianos sin complicarse en la cocina.
Además, es una forma práctica de incorporar vegetales, especialmente para quienes no son fanáticos de las verduras. Preparado en casa, permite controlar la cantidad de grasa y sal, y adaptar los sabores a gusto personal.
Ya sea como acompañamiento, snack o entrada liviana, este budín tiene todo para convertirse en una de esas recetas que se repiten una y otra vez.