La misma indicación recibió Gasly. Pero Franco decidió no obedecer. En la primera curva del circuito, se tiró por adentro y superó a su compañero, una maniobra limpia, pero que contradecía las órdenes del equipo.
En segundos, la transmisión radial se llenó de silencio. Nadie en Alpine pronunció palabra. El gesto de rebeldía fue tan notorio que se convirtió en el momento más comentado del fin de semana.
Una reacción dividida: aplausos del público, enojo en el box
Mientras las redes sociales explotaban en apoyo al argentino -“¡Así se corre!”, “¡Eso es tener sangre!”, “¡Grande Franco!”-, en el garaje de Alpine las caras eran muy distintas.
El propio equipo emitió, horas después, un comunicado que dejaba clara su postura institucional: “Como equipo, cualquier instrucción dada desde el muro de boxes es final y hoy estamos decepcionados de que esto no haya sucedido. Es algo que revisaremos y abordaremos internamente”, declaró Steve Nielsen, director general de Alpine.
La frase encendió las alarmas. Detrás del tono diplomático se escondía la posibilidad de una sanción o, al menos, una advertencia formal. Sin embargo, la reacción popular fue tan favorable a Colapinto que el caso se convirtió en un dilema de gestión para la escudería.
¿Qué motivó la orden?
Sobrepaso Colapinto a Gasly
Según explicó Nielsen, la indicación de mantener las posiciones no respondía a favoritismos, sino a una cuestión técnica: “Estábamos gestionando el combustible en ambos autos y teníamos además la variable del número de vueltas restantes con los líderes en estrecha proximidad”.
En otras palabras, Alpine buscaba evitar un riesgo innecesario en una carrera donde no había puntos en juego. Pero Colapinto interpretó que podía hacerlo sin comprometer la estrategia y decidió seguir su instinto de piloto.
Para muchos analistas, la maniobra fue simbólicamente poderosa: un novato desafiando a un compañero más experimentado y, al mismo tiempo, mostrando que no teme hacer valer su talento, incluso si eso significa incomodar a su propio equipo.
La reunión con Briatore: entre la diplomacia y la tensión
Luego de la carrera, Colapinto fue visto conversando con Flavio Briatore, asesor ejecutivo de Alpine y uno de los hombres más influyentes del paddock. En las imágenes captadas por el fotógrafo Luciano Yoma se lo ve al argentino junto a Stuart Barlow, su ingeniero de carrera, y a Briatore, quien escucha atentamente mientras el piloto sonríe.
No trascendieron detalles de esa charla, pero la foto circuló con fuerza entre los medios especializados. ¿Fue un tirón de orejas o una felicitación encubierta? Nadie lo sabe.
El periodista Leo Regueira, de Carburando, adelantó que este martes se realizará una reunión formal entre el piloto y los directivos del equipo para analizar el episodio.
“Hay que esperar a mañana (este martes). Va a ser un día interesante. Seguramente no nos enteremos mucho de lo que pase en la reunión. Pero no tengan miedo, porque los que apoyan a Franco Colapinto le dieron su total respaldo”, sostuvo en Carburando Radio.
Briatore con Stuart tras la carrera de Franco Colapinto
Momentos después de bajarse del auto, Colapinto estuvo junto a Stuart Barlow, su ingeniero de carrera, y Flavio Briatore.
Un equipo en crisis de identidad
La situación deja en evidencia una crisis interna dentro de Alpine, que viene de una temporada irregular y marcada por los cambios en la dirección técnica y la falta de resultados. En ese contexto, la aparición de un piloto joven y carismático como Colapinto fue un soplo de aire fresco para los fanáticos.
Sin embargo, la escudería enfrenta ahora el desafío de equilibrar disciplina y libertad, algo que no siempre resulta sencillo en la Fórmula 1 moderna. “Si lo sancionan, dan una mala señal. Pero si lo premian, abren la puerta a que cualquiera ignore las órdenes”, resumió un analista en el paddock.
Colapinto, el piloto que no se conforma
Desde su llegada a la Fórmula 1, Franco Colapinto ha mostrado una mezcla de humildad fuera de la pista y audacia al volante. Su carácter competitivo es una de las razones por las que logró escalar tan rápido en las categorías menores. En Austin, esa misma personalidad lo llevó a tomar una decisión que dividió opiniones, pero que demostró que no piensa ser un simple acompañante.
Para los hinchas argentinos, la escena tuvo una carga emocional especial. Desde los tiempos de Reutemann y Fangio, no se veía a un compatriota con tanto protagonismo en la máxima categoría.
Qué puede pasar ahora
La reunión programada para este martes será clave. Según trascendió, participarán Briatore, Nielsen y el director deportivo del equipo, junto a Colapinto y su entorno técnico. Allí se evaluará el episodio y se determinará si habrá consecuencias.
Las posibilidades van desde una advertencia informal hasta una sanción leve, aunque algunos creen que Alpine podría aprovechar la repercusión positiva para reconvertir el episodio en una oportunidad de marketing.
“La imagen de Colapinto creció exponencialmente y Alpine necesita figuras que generen identificación con el público”, analizó un especialista de Motorsport.com.
En cualquier caso, lo que ocurra marcará el tono de la relación entre el argentino y la escudería. Una reprimenda excesiva podría desmotivar a un piloto que ha demostrado ser una de las promesas más fuertes del automovilismo actual.
La mirada de los fanáticos y la prensa
La prensa internacional también reaccionó con interés. En L’Équipe destacaron la valentía del argentino: “Colapinto mostró el tipo de espíritu competitivo que Alpine necesita, aunque su momento llegó en el contexto equivocado”.
Por su parte, The Race escribió que la desobediencia “abre un debate sobre la cultura del control excesivo en la Fórmula 1 moderna”.
En la Argentina, los medios celebraron el episodio como una muestra de carácter nacional, comparando a Colapinto con íconos del pasado. “Lo que hizo fue puro ADN argentino: ver una oportunidad y aprovecharla”, resumió un columnista.
Un gesto que trasciende una carrera
Más allá de lo que decida Alpine, el episodio ya tiene valor histórico. En una era donde las decisiones están cada vez más guiadas por estrategias, la maniobra de Colapinto recordó que el automovilismo sigue siendo un deporte de instinto y coraje.
En redes sociales, miles de usuarios compartieron el video de la superación a Gasly acompañado de frases como “No le tuvo miedo” o “El futuro es argentino”.
Franco Colapinto, con apenas 21 años, logró algo que muchos pilotos no consiguen en toda su carrera: dejar una huella. Y lo hizo no por ganar una carrera, sino por defender su esencia detrás del volante.
El martes, día clave para el futuro
Mientras tanto, el propio Colapinto se mantiene en silencio. Evitó declaraciones públicas tras la carrera y se limitó a agradecer el apoyo en sus redes. “Gracias por los mensajes. Seguimos aprendiendo”, escribió, junto a una foto sonriendo.
Este martes podría definir cómo continúa su historia en Alpine. Si el equipo elige contenerlo y apoyarlo, el episodio quedará como una anécdota formativa. Pero si opta por castigarlo, podría abrir un nuevo capítulo de tensión en una escudería que ya enfrenta cuestionamientos por su rendimiento.