Pablo Ramón Cruz perdió la vida en plena cancha mientras jugaba un partido de fútbol. El caso quedó en manos de la justicia.
La tarde transcurría con normalidad en un predio ubicado en Lisandro Olmos, en las afueras de La Plata, cuando la tragedia golpeó de lleno a un grupo de amigos que compartía un partido de fútbol recreativo. Uno de ellos, identificado como Pablo Ramón Cruz, de 43 años, se desplomó repentinamente sobre el césped.
El hecho ocurrió el sábado por la tarde en una cancha situada en avenida 66 y calle 187, donde se llevaba a cabo un encuentro informal. Según detallaron fuentes policiales y judiciales, Cruz se encontraba jugando cuando sufrió un paro cardiorrespiratorio. La secuencia fue tan rápida como devastadora: cayó al suelo y ya no reaccionó.
Apenas advirtieron la gravedad del cuadro, sus compañeros intentaron auxiliarlo y, en medio de la desesperación, llamaron al 911. Una ambulancia se presentó en el lugar a los pocos minutos y trasladó de urgencia al hombre hasta el Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero. Sin embargo, los esfuerzos resultaron en vano: al llegar al centro médico, los profesionales constataron que Cruz ya no presentaba signos vitales. Fue declarado muerto.
El impacto emocional fue inmediato. Quienes estaban en el lugar no podían creer lo que había sucedido. “Estaban todos en shock, conmovidos”, relató un agente que participó del operativo.
Ante la muerte repentina, intervino la comisaría Decimoquinta, con jurisdicción en la zona, y la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°16 en turno. El fiscal a cargo ordenó realizar pericias en el predio para relevar el contexto del fallecimiento y solicitó también la correspondiente autopsia, que permitirá determinar de forma fehaciente la causa del deceso.
Además, no se descarta que algunos de los testigos del hecho, incluidos los amigos y compañeros de partido de la víctima, sean citados a declarar en los próximos días. Sus testimonios podrían aportar elementos clave para reconstruir con precisión lo que ocurrió.
La muerte de Pablo Cruz se suma a una serie de casos recientes ocurridos en actividades deportivas recreativas. Si bien no se pueden establecer conclusiones apresuradas, lo sucedido vuelve a poner en agenda la importancia de los controles médicos previos en personas que realizan actividad física, incluso a nivel amateur.
Muchas veces, el entusiasmo por jugar o compartir un rato con amigos lleva a descuidar chequeos básicos que podrían ser determinantes ante cuadros cardíacos silenciosos. Y si bien en este caso aún se aguardan los resultados oficiales, el hecho generó una fuerte conmoción que dejó al barrio entero sumido en la tristeza.
El fallecimiento de Cruz dejó una profunda marca en su entorno. Según relataron fuentes presentes, el clima en el predio era de angustia e incredulidad. Nadie imaginaba que una jornada recreativa podría terminar en tragedia.
Ahora, el foco está puesto en los resultados de la autopsia, que serán clave para cerrar el expediente judicial y, sobre todo, para que la familia y sus allegados puedan encontrar algún tipo de respuesta en medio del dolor.
