El texto agregó que, al no haberse subsanado la situación tras los disturbios y habiéndose cumplido con el protocolo establecido en el Manual de Clubes, se procedió a la cancelación definitiva. El caso será derivado a los Órganos Judiciales de la Conmebol, que analizarán informes, videos e informes policiales para determinar responsabilidades y sanciones.
Comunicado de la Conmebol
Una decisión sin precedentes
La cancelación, y no la simple suspensión, implica que el partido no será reanudado en fecha posterior como suele ocurrir en casos de incidentes. El resultado de la serie entre Independiente y Universidad de Chile queda, por el momento, en un limbo reglamentario, a la espera de una resolución disciplinaria.
La Confederación evalúa varias alternativas: desde obligar a repetir el encuentro en otra sede, con los costos a cargo de los responsables de los hechos, hasta declarar la nulidad del partido y sancionar a los clubes. En todos los escenarios, las instituciones involucradas enfrentarán sanciones económicas y deportivas que podrían impactar en su futuro en competiciones internacionales.
Cómo se desató la violencia en las tribunas
Violencia en Independiente Universidad de Chile 2
El clima de tensión comenzó en la tribuna visitante, donde hinchas de Universidad de Chile arrojaron proyectiles y bombas de estruendo hacia la parcialidad local. También se registraron destrozos en baños y sectores del estadio.
El operativo, que contaba con más de 650 policías y 150 agentes privados, no pudo contener los disturbios. Tras varios anuncios por altoparlante, se ordenó desalojar a los hinchas visitantes. Sin embargo, la escalada fue mayor cuando barras de Independiente lograron ingresar a la tribuna rival, generando enfrentamientos directos entre ambas parcialidades.
Las imágenes registradas por cámaras de televisión y celulares de los asistentes mostraron corridas, golpes, objetos contundentes y una caída de un hincha desde gran altura, lo que agravó aún más la situación.
El árbitro y la suspensión definitiva de Independiente y Universidad de Chile
El partido, dirigido por el uruguayo Gustavo Tejera, se detuvo a los cuatro minutos del segundo tiempo. Para entonces, la violencia ya había alcanzado niveles incontrolables. Jugadores y cuerpo técnico permanecieron en el campo de juego mientras se aguardaba la decisión final.
La incertidumbre se prolongó por más de una hora, hasta que finalmente las autoridades de seguridad y la Conmebol determinaron la cancelación. El estadio vivió momentos de tensión con la evacuación desordenada de los hinchas visitantes y la resistencia de algunos sectores de la parcialidad local a abandonar el recinto.
La mirada sobre Independiente y Avellaneda
En Avellaneda, fuentes policiales confirmaron que hubo detenidos y heridos en los enfrentamientos, aunque aún no se difundieron cifras oficiales. La Universidad de Chile enfrenta un cuadro aún más delicado, ya que el club había sido apercibido por la Conmebol semanas atrás debido a incidentes de sus hinchas en partidos internacionales.
En el caso de Independiente, la Confederación subrayó la falta de garantías de seguridad en el estadio, lo que pone al club bajo riesgo de sanciones severas. La organización del evento, el control de accesos y el manejo de las tribunas están en la mira de los órganos disciplinarios.
El municipio de Avellaneda y las fuerzas de seguridad provinciales también quedaron cuestionados por no haber podido evitar la escalada de violencia pese al fuerte operativo desplegado.
Un problema regional: la violencia en el fútbol
La barbarie vivida en el estadio Libertadores de América no es un hecho aislado. En los últimos años, Conmebol ha sancionado a varios clubes por disturbios en sus estadios: desde incidentes con hinchas en Brasil y Paraguay hasta agresiones en Perú y Argentina.
Lo que viene
La Comisión Disciplinaria de Conmebol ya recibió los primeros informes policiales y videos del operativo en Avellaneda. En los próximos días se esperan medidas cautelares, que podrían incluir la clausura del estadio, multas millonarias y la pérdida de localía.
La investigación determinará si la responsabilidad recae solo en los clubes o si también se extiende a las autoridades locales. Mientras tanto, el torneo Sudamericano deberá resolver qué ocurrirá con la llave de octavos de final que quedó interrumpida.