La reacción en redes sociales fue inmediata. Numerosos hinchas de Boca cuestionaron la decisión del jugador de mostrar ese objeto en un contexto personal, especialmente a días de convertirse en refuerzo del club. Lejos de tratarse de un error involuntario, el colombiano decidió no borrar la imagen y, horas más tarde, incluso la reposteó en sus historias, lo que reforzó la lectura de que el gesto fue deliberado.
¿Cómo cayó el episodio en Boca antes de su llegada?
En el club esperan a Hinestroza el próximo 3 de enero para sumarse a la pretemporada bajo las órdenes de Claudio Úbeda. Puertas adentro, entienden que la situación está relacionada con el manejo de redes sociales y no con un hecho concreto fuera del ámbito digital, aunque no se descarta que haya un llamado de atención para marcarle los códigos que rigen en una institución como Boca.
Desde la dirigencia saben que el colombiano es un futbolista con una personalidad fuerte y avasallante, un rasgo que él mismo se encargó de remarcar públicamente meses atrás. Tras consagrarse campeón en Colombia, Hinestroza se definió sin filtros: aseguró ser ambicioso, arrogante y cansado de la humildad sin resultados, una declaración que en su momento también generó repercusión.
Más allá de la polémica, Boca apuesta a su velocidad, desequilibrio y capacidad ofensiva, cualidades por las que el club decidió avanzar en una operación cercana a los cinco millones de dólares. Sin embargo, este primer episodio extrafutbolístico deja en claro que, antes incluso de debutar, Hinestroza deberá adaptarse a la exposición permanente que implica vestir la camiseta azul y oro.
Mientras se ultiman los detalles de su arribo y presentación oficial, el colombiano ya entendió que en Boca cada gesto se observa con lupa. Y que, muchas veces, las redes sociales también juegan su propio partido.