La eliminación del Inter Miami en los octavos de final del Mundial de Clubes expuso la diferencia entre el fútbol de la MLS y las grandes potencias europeas. El PSG, último campeón de la Champions League, mostró su jerarquía y dejó sin chances al equipo norteamericano, que nunca pudo hacer pie en el partido.
Más allá de la dura derrota, Lionel Messi fue medido en sus declaraciones y reconoció la superioridad de su rival. "Ellos son un grandísimo equipo, obviamente son los campeones de la última Champions y la verdad que están muy bien. El partido fue un poco lo que se esperaba. Intentamos hacer lo mejor posible y creo que dejamos una buena imagen a nivel de Mundial de Clubes", expresó el rosarino en diálogo con Marcelo Benedetto para Dsports.
Messi valoró la experiencia y destacó la oportunidad de competir a nivel mundial, aunque admitió que la diferencia de jerarquía es innegable. "Estoy muy feliz de haber podido disputar este Mundial de Clubes y haber podido competir, más allá de que, obviamente, nosotros estamos en otro nivel. Hoy jugamos contra un equipo que viene de ganar una final de Champions por 5 a 0 al Inter de Milán. El PSG hoy es el mejor equipo del mundo, sin dudas. Es normal que pase lo que pasó hoy", sostuvo el capitán del Inter Miami y de la Selección argentina.
El rosarino ya piensa en los próximos desafíos y no dramatizó la eliminación. "Creo que competimos y ahora ya está, se terminó. Nosotros tenemos que pensar en lo que viene, en el torneo nuestro que sigue y nada más", concluyó Messi.
Mientras Messi elige la mesura y el foco en el futuro, Ibrahimovic no perdonó y dejó una crítica que resonó en todo el mundo. La frase "Messi juega con estatuas" se viralizó rápidamente y reabrió el debate sobre el nivel de la MLS y los límites que eso le impone incluso a un jugador de la talla del campeón del mundo.