Franco Colapinto y Paul Aron comparten escudería y ambición: llegar a la Fórmula 1. Pero dentro de Alpine, el estonio corre con una ventaja clave que podría inclinar la balanza.
En el mundo del automovilismo, los límites entre compañero y rival suelen ser difusos. Y el caso de Franco Colapinto lo refleja a la perfección. El piloto argentino comparte equipo con el estonio Paul Aron en el programa de jóvenes talentos de Alpine, y aunque ambos son pilotos reserva, el asiento de Fórmula 1 que podría liberarse en el futuro es solo uno.
Colapinto, que viene construyendo un camino sólido en la Fórmula 2, sabe que Aron corre con cierta ventaja interna: ya trabajó con Oliver Oakes, el actual director de Alpine. Oakes es una figura clave en el desarrollo de talentos. En 2015 refundó el equipo Hitech GP, una cantera por donde pasaron pilotos como George Russell, Nikita Mazepin, Jack Doohan, Isack Hadjar y el propio Aron, quien finalizó tercero en la F2 el año pasado.
Consultado por su relación con el jefe de equipo, Franco fue sincero: “No muchos pilotos pueden decir que han tenido al mismo jefe de equipo en F2 que en Fórmula 1“, dijo en una entrevista con el sitio oficial de Alpine. Y agregó: “Oli es un gran tipo; él mismo fue piloto, así que entiende a los pilotos. Lo que realmente me gusta de él es que es directo”.
Colapinto también dejó en claro su forma de trabajar: “Soy honesto cuando se trata de carreras, aunque a veces me obsesiono demasiado con ser perfecto. Así que es bueno tener a alguien a quien admirar, que te diga cuándo volver a poner los pies en el suelo y mirar el panorama general”.
La temporada recién comienza, pero la disputa interna ya está en marcha. El talento está de ambos lados; la decisión, tarde o temprano, será de Alpine.
