En su rol como piloto de reserva, Colapinto formará parte de un riguroso plan de entrenamientos diseñado para mantenerlo en óptimas condiciones tanto físicas como técnicas. Dentro de este programa, destacan las Pruebas de Coches Anteriores (TPC), una iniciativa avalada por la FIA que permite a los equipos realizar ensayos con vehículos que tengan al menos dos años de antigüedad.
Estas pruebas, fundamentales para su adaptación al equipo y el perfeccionamiento de su rendimiento, aseguran que Colapinto esté preparado ante cualquier oportunidad de subirse al monoplaza titular de Alpine.
Desde la escudería dejaron claro que el objetivo es apoyar al argentino en su desarrollo como piloto y trabajar en conjunto para llevar al equipo nuevamente a los primeros planos de la Fórmula 1.
Con esta nueva etapa, Colapinto no solo refuerza su presencia en la élite del automovilismo, sino que también mantiene viva la ilusión de los fanáticos argentinos que sueñan con verlo brillar en la parrilla de la categoría reina.