De esta manera, la adopción del pago con códigos QR muestra una tendencia al alza sostenida, luego de haber registrado 1,5 millones de operaciones en febrero; 1,7 millones en marzo; 1,9 millones en abril; 2,0 millones en mayo; 2,3 millones en junio; y 2,9 millones en julio.
En total, desde el inicio del esquema pleno de interoperabilidad de QR, la cantidad de operaciones bajo esta modalidad acumula 15 millones, equivalentes a $33.142 millones a precios de julio de 2022, según los números informados por el Banco Central.
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El boom de los códigos QR: los pagos con esta herramienta alcanzaron el registro más alto desde su lanzamiento.
¿Qué es y cómo funciona el código QR?
El código QR es una versión mejorada del tradicional código de barras. Es un pequeño cuadrado en blanco y negro bidimensional que puede almacenar 7.089 datos numéricos, 4.296 alfanuméricos o 2.953 binarios.
Se puede “leer” con un escáner que desde hace unos años está integrado en la cámara de fotos de los teléfonos y que puede descifrar los datos que almacena un código. La mayoría contiene un enlace que lleva a un sitio web o a la billetera electrónica de un comercio.
El QR tiene muchas ventajas y la principal es realizar acciones sin contacto. El sistema facilita que paguemos sin tener que pasar una tarjeta o que obtengamos información sin tener que estar escribiendo una URL, un número de teléfono o un correo electrónico.
Aunque existen QR estáticos -que llevan siempre a un mismo lugar - también los hay dinámicos que permiten cambiar su contenido para estar siempre activos.
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El boom de los códigos QR: los pagos con esta herramienta alcanzaron el registro más alto desde su lanzamiento.
El sistema de Transferencias 3.0 es un nuevo ecosistema digital de pagos abierto y universal, a través de cualquier teléfono inteligente.
Son versátiles y pueden imprimirse en formato físico - como en stickers, libros o volantes- pero también pueden usarse en formatos digitales, como los que aparecen en programas de TV, videos de Youtube o en pantallas de pago digital.
Otra ventaja es que no requiere instalación extra de ninguna app ni tampoco ningún desarrollo especial. Solo se requiere un teléfono con sistema operativo actualizado y conexión a internet. También su uso es mesurable gracias a herramientas de analítica que permiten conocer datos estadísticos de uso y alcance de un código.