Por Valeria Rodríguez (*)
Por Valeria Rodríguez (*)
El crecimiento que registra el sector fintech y el impacto de sus desarrollos tecnológicos para las finanzas, han motivado que las autoridades necesiten de instrumentos adecuados para fomentar las innovaciones en el mercado, sin menoscabar la protección a los consumidores y la estabilidad del sistema financiero.
De allí nacieron iniciativas como la Ley Fintech aprobada en Perú y Chile en el 2022 o la regulación de las billeteras virtuales, es decir, los proveedores de servicios de pago ("PSP") en Argentina. A su vez, Colombia se convirtió en el tercer país de Latinoamérica en implementar el Open Finance de manera regulada.
Asimismo, todo esto demuestra que el mercado de las fintech en la región en sólo seis años logró un entorno maduro y regulado. Sin embargo, es muy importante que los gobiernos trabajen en regulaciones que permitan al segmento fintech crecer de forma sostenible.
También se requiere que el sector privado continúe desarrollando soluciones para empresas y para el consumidor final, donde primen la seguridad, la protección de datos y la ampliación de derechos, estimando la importancia y el efecto de ello en las economías emergentes de LATAM. A su vez, la inclusión financiera impacta en la macroeconomía y en la microeconomía, afectando significativamente la vida de las personas.
Según datos de Statista, de noviembre de 2021, el número de startups fintechs en el continente americano se estimó en más de 10.000, lo que representa un incremento de cerca de un 87% en comparación con 2017.
Aproximadamente, 2.300 de estas empresas emergentes se encontraban en América Latina, en su mayoría pertenecientes al segmento de pagos y remesas o préstamos.
Al tratarse de una región con una alta penetración de Internet e importantes retos para el sector, las nuevas compañías de tecnología financiera han encontrado un mercado al que brindar nuevas soluciones financieras, compuesto por una población no completamente bancarizada, pero en línea.
El ecosistema argentino no es ajeno a esta tendencia y ha mostrado un crecimiento exponencial durante los últimos cinco años. Las fintechs locales consolidan su posicionamiento y demuestran su capacidad para competir con los actores incumbentes del mercado.
Al día de hoy, Argentina cuenta con 350 empresas fintech que generan empleo para 30.000 personas de manera directa.
Para tomar dimensión del impacto del segmento fintech en la sociedad argentina, actualmente, 6 de cada 10 personas mayores de 13 años tiene CVU (cuenta fintech) y el 60% de todas las transacciones registradas van desde o hacia una cuenta fintech.
A su vez, son aproximadamente 4 millones las personas en nuestro país que tienen acceso al crédito gracias a una solución fintech y, hoy, hay 10 millones de cuentas de inversión, número que se ha multiplicado por 20 en los últimos 4 años.
Entre las tendencias que mayor impacto tendrán, tanto en Argentina como en la región, se destacan las finanzas embebidas, open finance, open banking, BNPL, financiación colectiva, B2B y adquirencia.
En definitiva, el camino se encuentra trazado por la construcción de costos más eficientes, la personalización sobre la experiencia del usuario, la seguridad alrededor y la ampliación de la oferta de productos.
(*) La autora es directora de Lyra Argentina.