Desde la Cámara de Empresarios de Combustibles, anticiparon una suba para esta semana y sostuvieron que el atraso del impuesto alcanza 300%, aunque reconocieron que todavía no hay una definición oficial sobre la magnitud de la corrección.
Por su parte, desde el ministerio de Economía, confirmaron que analizan las distintas variantes para la actualización del impuesto a los combustibles, congelado desde mediados de 2021.
La última prórroga dispuesta en noviembre del año pasado por el exministro de Economía, Sergio Massa, vence este jueves, 1 de febrero.
Encontrar el punto de equilibrio entre el impacto en la inflación y el efecto en la recaudación, ambos directamente proporcionales, es el enorme desafío del ministro de Economía, Luis Caputo, en cuyo despacho previsiblemente se decide la cuestión, más allá de la Secretaría de Energía.
A su vez, en las petroleras también dan por descontado que a partir del jueves deberán modificar los precios; y descreen que la actualización se produzca de una sola vez tras dos años y medio sin actualización. Eso hizo que el gravamen perdiera toda incidencia en el precio final del fluido y también en las arcas públicas.
Desde el sector, en tanto, señalan que si el Gobierno actualiza el impuesto a los combustibles, el precio de la nafta podría subir un 25%.
También advierten que el valor real del tributo cayó 85 % entre diciembre 2018 y diciembre 2023. La recaudación mensual cayó un 77 %; y Nación podría juntar recursos extras por 0,37% del PIB y Provincias por 0,15%”, detalló Argañaraz, en referencia a las discusiones que, por estas horas, se dan con los gobernadores y el gobierno nacional para compensar la pérdida de recursos después de que el Gobierno retirara el capítulo fiscal de la ley Ómnibus.
En definitiva, entonces, el impacto final en el surtidor dependerá de esa sintonía fina. Los cálculos privados difieren sobre hasta dónde podría llegar el incremento en caso de que se corrigiera el atraso impositivo para retrotraerlo a los niveles previos al congelamiento.