

Declarado edificio histórico nacional y considerado un clásico de la ciudad de Buenos Aires, la Esquina Homero Manzi es hoy un símbolo de la crisis que afecta a los bares y restoranes que, desde hace meses, ven restringida su actividad a raíz de la pandemia de COVID-19. En medio de ese contexto, Gabriel Pérez, uno de sus dueños, dialogó con Vivo el Sábado, por A24, y rompió en llanto al describir la difícil situación.
“Esto es muy difícil, es muy angustiante. Le hicimos frente a la situación con el delivery, pero la realidad es que no alcanza. Es un 3% o 4% de la recaudación. Vivimos del turismo, del restorán que está abierto todos los días del año mediodía y noche”, comenzó a describir este hombre, quien recordó que el 26 de septiembre se van a cumplir 20 años de la reapertura de esta esquina.
“La única ayuda que tenemos, pero no nos alcanza, es el ATP. Con eso les pagamos el sueldo a los empleados, mientras que el porcentaje que nos corresponde a nosotros lo pagamos con lo que ya no tenemos. Sacamos el crédito de 24% y ya lo usamos absolutamente todo. No nos queda nada y no sabemos cómo vamos a poder enfrentar lo que viene. Necesitamos una ayuda un poco más importante porque vamos a ser de los últimos en abrir”, agregó.
Ya emocionado al revelar que justo este sábado celebra su cumpleaños, Gabriel admitió no tener motivos para celebrar: “Es angustiante porque la peleamos toda la vida. Somos gente de laburo. Esto es un mazazo”.