Mercado cambiario

¿Qué pasa si las reservas "líquidas" del Banco Central llegan a cero?

La autoridad monetaria continúa perdiendo dólares pese a los nuevos regímenes para adelantar liquidaciones. Cuánto le queda de lo que se llama "poder de fuego" y por qué Argentina es un fenómeno en cuanto a la importancia de las arcas internacionales.
Eugenia Muzio
por Eugenia Muzio |
El dólar soja ya acumuló más de la mitad de lo previsto para el mes (Foto: Crónica)

El dólar soja ya acumuló más de la mitad de lo previsto para el mes (Foto: Crónica)

Las reservas internacionales están en un nivel crítico y es una de las bombas de tiempo que agarró el nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, cuando asumió la gestión. Ocurre que, de los u$s36.000 millones que informa el Banco Central todos los días, sólo u$s1500 millones, para los pronósticos más optimistas, están disponibles como poder de fuego, es decir, para que la entidad intervenga en el mercado cambiario. Y Argentina en ese sentido es muy particular: necesita de dólares disponibles para controlar el tipo de cambio ante la imposibilidad de financiarse.

El stock de dólares del Central se compone de reservas líquidas y netas, que en su conjunto componen las brutas. Las netas son las que tiene rápidamente disponibles la entidad para intervenir en el mercado cambiario y son las propias; mientras que las líquidas están compuestas por divisas no tan al alcance como swap con China y los encajes, formados por los depósitos públicos y privados.

A las reservas las afecta básicamente todo lo que demande dólares: compra de divisas, importaciones, uso de tarjetas de crédito en el exterior, entre otras operaciones.

En un contexto de altísima demanda de importaciones de energía, con ruedas en las que los pedidos llegaron a los u$s200 millones, el Central tuvo que salir a dar de sus pocos dólares al mercado y perdió sólo en julio u$s 5.192 millones. La tendencia sigue a la baja con saldo negativo de unos u$s1000 millones pese a que en las ruedas de agosto tuvo un ligero repunte de compras gracias a un cese de demanda.

Apenas asumió, Massa anunció regímenes específicos para cada actividad con el objetivo de adelantar a liquidación de exportaciones y así mejorar la oferta. Sin embargo, analistas prevén que las medidas tomadas no bastarán para engrosar las reservas sino que se trata de salidas transitorias para "ganar tiempo". Pero, ¿qué pasa cuando no quedan dólares para intervenir? y ¿qué alternativas hay para recomponer el poder de fuego?

Reservas por el piso: ¿qué pasa si el Banco Central se queda sin dólares?

El problema de las reservas en cero está a la vuelta de la esquina. Según el propio presidente del Banco Central, Miguel Pesce, ya se está utilizando el swap con China, que tiene un límite de u$s20.000 millones, y es parte de las reservas líquidas. Distintas consultoras aseguran que incluso se están utilizando los depósitos, aunque eso es desmentido por fuentes oficiales.

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El Banco Central aseguró que se está utilizando el swap con China (Foto: Twitter)

El Banco Central aseguró que se está utilizando el swap con China (Foto: Twitter)

En ese contexto, el economista Fausto Spotorno (de Orlando Ferreres y Asociados) advirtió que cuando el Central se queda sin reservas para vender pueden pasar tres cosas: "O ocurre una corrida bancaria, ya que la gente va a buscar sus depósitos y los bancos no lo pueden devolver; o posiblemente tengas que devaluar; o se frenan dramáticamente las importaciones".

"Devaluar está en un extremo y en el fondo implica una forma mas eficiente de frenar las importaciones, sólo se va a importar lo más necesario por la cantidad de dólares que eso implica, es decir, hay alguien dispuesto a pagar más por ese producto. En la otra punta tener el freno total de las compras al exterior, que es eficiente, y en el intermedio una restricción de importaciones vía regulación, lo cual es muy ineficiente", analizó.

Para María Castiglioni, directora de C&T Asesores Económicos, "una devaluación tiene que estar acompañada de un plan antinflacionario", que hoy el Gobierno no tiene. "Se trata de analizar cuál es la capacidad de respuesta que tiene el BCRA para hacer frente a una corrida, y evitar que el ajuste sea a través del tipo de cambio", aseguró.

El horizonte de la gestión de Massa está en septiembre, cuando estacionalmente calmen las importaciones, pero la especialista alertó: "Apuntan al superávit de fin de año pero así como bajan las compras, también bajan las exportaciones y más si se adelanta la liquidación de algunas. Entonces, el problema lo vas a tener mañana si no hay un cambio de expectativas hoy irresoluto por falta de medidas de fondo".

¿Qué nivel de reservas debería tener la Argentina para tener margen de acción?

Para Spotorno, un nivel aceptable en un país donde la moneda "no tiene mucha confianza" sería uno que permita "sostener toda la base monetaria, es decir, la circulación y que se extienda un poco a los depósitos a la vista".

"De todas formas, no te garantiza nada porque el problema no es el nivel sino el proceso. Si tengo buen nivel pero emito pesos y quiero defender el tipo de cambio tarde o temprano me quedo sin reservas", argumentó y agregó: "En un país donde emitís pesos todo el tiempo, perdés reservas por la cantidad de pesos que hay en circulación y eso hace que los pesos bajen de valor respecto del dólar".

Castiglioni, en tanto, consideró que tener reservas equivalente al 15% del PBI puede ser óptimo. "Sería de u$s50.000 a 60.000 millones de reservas netas y hoy estamos en u$s600 millones, que es prácticamente 0", sentenció.

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¿Cuántas reservas deberá acumular el BCRA para alcanzar la meta del FMI del 2022?

¿Cuántas reservas deberá acumular el BCRA para alcanzar la meta del FMI del 2022?

En esa línea, explicó por qué Argentina es un fenómeno a la hora de ponderar el nivel de reservas. "No es importante para todos los países. En Argentina miramos la relación de los activos, las reservas, y los pasivos, los pesos dando vueltas, que están mas cerca de los financieros. Esto tiene que ver con el grado de acceso que tiene la Argentina al financiamiento", explicó.

Y añadió: "Nuestro país tiene un historial muy negativo de la cantidad de defaults y reestructuraciones y ni hablar del cepo cambiario, las trabas que tiene para acceder a las divisas y el altísimo riesgo país que prácticamente que nos deja afuera del financiamiento. No nos podemos endeudar más que a tasas prohibitivas si se pudiera por ende las reservas internacionales lo que nos da es un cierto margen para reducir la volatilidad, riesgos de devaluaciones bruscas y crisis".

Por otro lado, es importante, entonces, tener un nivel de reservas que formen un "colchón". Sebastián Menescaldi, economista de Eco Go, planteó que se necesitan más reservas en caso de que aparezca un shock externo: por ejemplo, que caiga fuerte el valor de la soja y haya menos dólares. "Si tenés reservas vas a poder seguir importando, pero si no, van a caer y vas a tener faltante de insumos", escenificó.

¿Cuánto debería sumar el BCRA a las reservas a fin de año según la meta del FMI?

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mira de cerca cuánto suben y bajan las reservas en Argentina. Para fines de 2022, el BCRA debería tener en sus arcas u$s5.800 millones propios, sin pasivos a un año. O sea: sin el swap con China, sin los encajes. La previsión de Massa es sumar u$s7000 millones entre regímenes y préstamos de organismos internacionales.

Si se realiza un cálculo en base a un informe de EcoGo sobre la composición de las arcas del Central, la cantidad neta totaliza u$s1235, es decir, que debería sumar al menos u$s4.564 millones para diciembre. En el caso del pronóstico de C&T, de aproximados u$s600 millones, este esfuerzo debería ser de u$s5200 millones.

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