La convención republicana

Atentado contra Trump: los republicanos apuntan a un organismo en particular por las fallas de seguridad

Cada día que pasa son más las pruebas que muestran errores incomprensibles y que permitieron el ataque contra el expresidente. La convención republicana, en tanto, vibró con el discurso de Lara Trump, nuera del candidato.

Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
Lara Trump

Lara Trump, nuera del candidato presidencial, estrella de la convención republicana (Foto: A24.com).

Las fallas del servicio secreto que debía custodiar a Donald Trump ya son indisimulables. Cada día que pasa surgen nuevas pruebas en video de los errores o descuidos inadmisibles. Lo mismo ocurre con los testimonios de aquellas personas que vieron al atacante subir con su ametralladora a un techo y ponerse en posición de disparo. Avisaron a la policía, pero nadie tomó en cuenta sus advertencias hasta que fue tarde: Crooks falló solo porque Trump giró por casualidad su cabeza mientras él apretaba el gatillo.

Embed

Los republicanos, que se congregan en la convención en Milwaukee que consagrará oficialmente a Donald Trump como candidato, no dudan en apuntar a la "responsabilidad única del FBI por las fallas de seguridad".

La principal apuntada por los errores

Kimberly A. Cheatle es la responsable del servicio secreto dentro del FBI. Debió reconocer que ella es la principal responsable por todas las fallas que se le cargan al dispositivo dispuesto para el acto de Trump en Pensilvania, especialmente, los puntos negros que tiene el protocolo de ese día.

En concreto, Thomas Crooks actuó con total impunidad ese día: llegó al área de seguridad, nada menos que portando una ametralladora, un arma automática; delante de muchas personas, se trepó hasta un techo y se colocó como un francotirador apuntando directamente a Trump, pese a los gritos de advertencia que quienes llegaron para participar del mitín republicano.

Peor todavía, está más que claro, que desde un techo, snipers del FBI aparecen mirando directamente hacia la zona en donde estaba Crooks. Trazando líneas sobre el terreno, se forman dos lados casi iguales de largo (unos 80 metros) con vértice en la posición del atacante. Una hacia los guardias y otra hacia Trump. Es decir, los miembros del servicio secreto lo vieron, lo tenían en la mira, pero solo actuaron una vez que Crooks disparó y casi mata al expresidente.

posicion del tirador .jpg
El tirador ingresó sin problemas al área de seguridad del protocolo (Foto: A24.com).

El tirador ingresó sin problemas al área de seguridad del protocolo (Foto: A24.com).

Primero se dijo que el lugar desde donde disparó estaba más allá del perímetro delimitado por el protocolo de seguridad, pero eso fue desmentido con solo revisar el terreno. Este desarrollo del ataque es realmente inexplicable. Parece el típico acto de sabotaje o de entrega en una película de suspenso. Solo que aquí se trata de la vida de un candidato presidencial en el país democrático más poderoso del mundo. Por el momento, Cheatle resiste en su cargo, pero difícilmente podrá soportar las conclusiones de la investigación "independiente" que anunció el presidente Joe Biden.

Embed

Lara Trump: nuera del candidato y organizadora de la convención

Los republicanos viven una semana de fervor y motivos no le faltan. El fallido total de Biden en el debate presidencial descalabró a los demócratas, que no saben cómo hacer para reemplazarlo para las elecciones de noviembre. Pero si con ese debate los republicanos ya estaban exultantes, lo que sucedió el sábado los puso en un estado de fanatismo y seguridad casi mística.

Trump sobrevivió milagrosamente a un atentado por girar justo a tiempo su cabeza. Por suerte, solo recibió un rasguño en su oreja derecha. Eso no le impidió irse del mitín caminando, rodeado por el servicio de seguridad, con el puño derecho en alto y gritando "Fight" ("peleen" en inglés).

Para la mejor puesta en escena, la "reentree" de Trump, lo mostró caminando como un campeón de boxeo hacia el ring, con un gran parche que protege la lesión leve en su oreja derecha. En ese ambiente fervoroso habló Lara Trump, su nuera y corresponsable del armado de esta convención de los republicanos.

Lara Trump.jpg
Lara Trump, la nuera de Donald, protagonista de la convención republicana (Foto: captura de TV).

Lara Trump, la nuera de Donald, protagonista de la convención republicana (Foto: captura de TV).

La nuera del candidato republicano tiene 41 años y está casada desde 2014 con el tercer hijo del magnate neoyorquino, Eric. Se presentó como si hubiese heredado de su suegro, por ósmosis, la ubicación en el escenario. Habló con tono calmo, pero muy segura. Reseñó las virtudes de Trump como candidato y mostró el "lado desconocido del ser humano".

Lara atacó a la oposición y a los medios porque siempre hablan de los gestos ampulosos, los malos modos que a veces tiene y sus declaraciones altisonantes. No obstante, afirmó que el verdadero candidato de los republicanos es otro.

"No tenemos que imaginar que pueden venir en estos cuatro años, porque ya lo sabemos: Cuando gobernó, estábamos mejor", dijo la nuera y organizadora de la convención. Esa frase despertó una ovación y el aplauso emocionado de Donald. En términos políticos, repitió lo que siempre dice su suegro.

Según señaló, había más seguridad interna que con Biden por no permitir el ingreso indiscriminado de millones de personas "por la frontera sur" (por México). Además, enumeró que Estados Unidos era respetado en todo el mundo; que no hubo guerras en ese período (por Medio Oriente y la invasión a Ucrania); que Irán estaba quebrado y no era una amenaza; que Vladimir Putin no se atrevió a lo que hizo en 2022 y que los talibanes estaban fuera de Afganistán (olvidó mencionar que fue Trump quien firmó el repliegue total de las fuerzas norteamericanas de ese país y que se completó ya con Biden en la Casa Blanca).

Puso como ejemplo lo que sucedió el sábado en Pensilvania para buscar emocionar a los republicanos en la convención. Habló de lo cerca que estuvo la familia Trump de perder a un gran esposo, padre, suegro y abuelo. Habló de una faceta sensible, cariñosa y de buen humor, que no es lo que la prensa refleja de él.

Entonces llegó, al borde de las lágrimas, a describir lo que vivió cuando vio cómo Trump, herido, salvó su vida por girar la cabeza, nada más que por eso. "Estuvimos a punto de perder, por encima de todo, a un gran hombre", dijo Lara.

Terminó su discurso diciendo que esa personalidad de es lo que necesita Estados Unidos para liderar desde la Casa Blanca. Aunque tuvo una gaffe: citó una frase de Abraham Lincoln, que en realidad nunca dijo. "EE.UU. nunca se va a destruir desde afuera. Si decaemos y perdemos nuestras libertades, será porque nos destruimos nosotros mismos", dijo. El error, de todos modos, pasó casi inadvertido.

Se habló de