Lucien Kim, especialista en temas ucranianos del Crisis Group, advirtió que Putin se siente en una posición ganadora y “arriesga muy poco”. En su análisis, las posibilidades de éxito en esta primera cumbre son limitadas, pero el verdadero objetivo sería preparar una segunda reunión, con un 25% de probabilidad de alcanzar un acuerdo.
La gran ausencia: Ucrania fuera de la mesa
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no fue invitado a la cumbre Trump-Putin. Ha reiterado que cualquier negociación que involucre el futuro de Ucrania debe incluir a su gobierno. En Bruselas, la exclusión de Kiev se interpreta como una señal de que Trump podría buscar acuerdos territoriales directos con Rusia, sin la aprobación ucraniana.
El temor europeo radica en que el expresidente estadounidense esté dispuesto a “redibujar el mapa” de Ucrania, lo que podría significar pérdidas territoriales permanentes para Kiev. Trump, en declaraciones a Fox News Radio, dijo que en una segunda reunión se hablará de “fronteras y territorios” y, aunque evitó usar la palabra “repartir”, la insinuación quedó clara.
Qué busca cada líder
Trump llega con una mezcla de advertencias y promesas. Ha dicho que si Putin no se sienta a negociar, habrá “consecuencias muy graves”. No obstante, también presiona a Ucrania para aceptar la pérdida de parte de su territorio, argumentando que Rusia ha ocupado zonas “muy importantes” y que la negociación buscaría recuperar solo una parte de ellas.
En contraste, Putin exige que Kiev reconozca la anexión de Crimea (2014) y de las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, además de un compromiso formal de no unirse nunca a la OTAN. Para el Kremlin, cualquier acuerdo debe partir de estos puntos.
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El presidente estadounidense Donald Trump se reúne con el presidente ruso Vladimir Putin. (Foto: REUTERS)
Oleg Ignatov, experto en temas rusos del Crisis Group, sostiene que “la visión de Trump de un intercambio de tierras no funciona para Putin”, quien cree estar ganando la guerra y no ve motivos para compromisos dolorosos.
¿Espacio para compromisos?
Ignatov considera que, salvo un giro inesperado, Putin podría aceptar compromisos tácticos: reunirse con Zelenski bajo ciertas condiciones, aceptar altos el fuego temporales o permitir canales de diálogo limitados. Sin embargo, nada apunta a una cesión sustancial en sus exigencias territoriales.
Trump, por su parte, insiste en una futura cumbre tripartita con Zelenski y Putin inmediatamente después del encuentro de Alaska. La viabilidad de esa reunión dependerá de si ambos líderes logran encontrar un terreno común, algo que, por ahora, parece lejano.
El principal riesgo es que la cumbre Trump-Putin siente un precedente en el que el futuro territorial de Ucrania se discuta sin su participación directa. Para Kiev, cualquier acuerdo que implique reconocer pérdidas territoriales sería inaceptable. Para Moscú, la actual situación en el campo de batalla refuerza su posición de fuerza.