DOLOR E INDIGNACIÓN

Así fue la emboscada mortal que dejó a dos nenes sin mamá: "Buscó a su hija y encontró la muerte"

Rita Suárez, de 47 años, fue asesinada de un disparo mientras esperaba en su auto junto a su hijo. Tres delincuentes intentaron robarle el vehículo y huyeron. Dos fueron detenidos y un menor de 17 años sigue prófugo.

Rita Suárez

Rita Suárez, de 47 años, fue asesinada de un disparo mientras esperaba en su auto junto a su hijo. (Foto: A24.com)

En una calle tranquila, la rutina se rompió de golpe. Eran apenas unos minutos antes de que terminara la clase de canto. Rita Suárez, una docente de 47 años, estaba en su auto, estacionada frente a la escuela para esperar a su hija. Faltaban sólo diez minutos para que la niña saliera, pero en ese breve lapso irrumpió la violencia.

Según reconstruyen los vecinos, tres hombres - dos de ellos menores de edad- caminaron por la calle desde Avenida Santa María. La vieron estacionar, la marcaron como objetivo y doblaron la esquina. La emboscaron sin darle oportunidad de reaccionar. No hubo diálogo, advertencia ni intercambio de palabras: solo un disparo certero al pecho.

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“Era un caos: gritos, desesperación y nadie entendía nada”

Silvia, vecina de toda la vida, fue una de las primeras en llegar: "Me llamó mi madre y salí corriendo. Cuando llegué, ya estaba la señora caída hacia el lado del acompañante, el nene abajo del auto. Era un caos: los vecinos gritaban 'llévenla, llévenla'”.

La ley impide que la Policía traslade heridos en sus patrulleros, pero la comunidad no dudó. "Un vecino dijo: 'Yo traigo la camioneta'. Fui a buscar una manta con la que tapaba a mi mamá, porque sentí que había que abrazarlos de alguna manera, acompañar a esa mujer que vivía un infierno aunque no la conocíamos. Todos somos madres, padres, hijos, hermanos", narró.

El instante que cambió todo y destruyó a una familia

La maestra de canto había avisado: “En diez minutos salen”. Pero en ese mismo tiempo Rita fue asesinada. "No les tembló el pulso", aseguró Silvia, y agregó: "Esa gente no siente lo que sentimos nosotros. No tienen capacidad de empatía".

La escena fue desgarradora. El padre de los hijos de Rita tuvo que avisarles que su mamá había muerto. La hija menor, de 12 años, esperaba feliz el final de su clase; el hermano salió a buscarla, sin saber que iba a encontrar una tragedia.

"Le arruinaron la vida a toda una familia. Los hermanos de Rita repetían: '¿Cómo le decimos a mamá que Rita no está?'. Imaginar a una madre recibiendo esa noticia es inhumano", dijo.

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Silvia vive allí desde hace 56 años y asegura que no se irá jamás. Asegura que es un barrio levantado a pulmón por los abuelos, con esfuerzo.

Tras el crimen, los sospechosos fueron hasta un supermercado y luego tomaron un remise. Los vecinos creen que fue una coartada para evitar ser identificados. Sin embargo, las cámaras privadas de los frentistas resultaron claves para la investigación. Ninguna de esas cámaras era municipal; todas fueron cedidas voluntariamente.

"La gente tiene miedo, yo también. Pero todos aportaron lo que tenían", comentó.

El último intento por salvar a Rita Suárez

Cuando Silvia vio a Rita, todavía tenía el cinturón de seguridad puesto. "No se había resistido. La ventanilla estaba alta, estaba inclinada hacia la derecha. No se veía sangre, solo un poco en la boca cuando la bajamos. Le quitamos el pañuelo que tenía en el cuello para darle aire. Todo lo que queríamos era que viviera", describió.

La ambulancia llegó tarde. Los vecinos la cargaron y la llevaron hasta la guardia, donde Silvia la acompañó hasta el ingreso. Pero el final ya estaba escrito.

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“Ese chico salió a buscar a su hermana, no a la muerte”

Lo más difícil para los testigos fue escuchar los gritos de los hijos de Rita. "Es contra natura. La vida tiene que llevarte por los años, no que te maten mientras esperás a tu hija", lamentó Silvia visiblemente emocionada.

Rita era docente, amada por sus colegas. La profesora de canto, vecina de la escuela, salió corriendo al enterarse. “Queríamos que todos los medios se enteren, que esto no quede en silencio”, dijeron.

Con la investigación en curso, uno de los sospechosos sigue prófugo. Silvia, con la voz quebrada, hace un llamado: "Le pido a su familia que lo entregue, para que los hijos de esta señora puedan tener un poco de paz".

"¿Cómo le decís a una madre que su hija no está más?", concluyó.

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La investigación y los detenidos

La investigación, a cargo del Dr. Inzua del fuero penal juvenil, logró rápidamente identificar a los tres sospechosos gracias a imágenes de cámaras de seguridad y datos recabados por la Policía. Se determinó que se trataba de dos menores de edad y un adulto.

Dos de ellos fueron detenidos a las pocas horas. Sin embargo, el tercer implicado, identificado como Máximo Leguizamón, de 17 años, sigue prófugo. Este joven fue captado por cámaras de un supermercado chino, ubicado a unos 600 metros de la escena del crimen, donde compró un agua mineral usando su billetera virtual, lo que permitió a las autoridades conocer su identidad y domicilio.

Allanamiento en Rafael Castillo

En la noche del jueves, la Policía realizó un allanamiento en la vivienda de Leguizamón, ubicada en Rafael Castillo. Aunque no lo encontraron, hallaron ropa manchada con sangre que habría utilizado durante el asalto.

La pista más firme es que el menor continúa oculto en la zona oeste del conurbano, protegido por allegados. Las fuerzas de seguridad mantienen operativos en distintos puntos para dar con él.