En un dramático suceso ocurrido este sábado en Perú, un niño de tan solo dos años se convirtió en el protagonista de una historia de supervivencia después de tragar accidentalmente ocho agujas hipodérmicas destinadas a inyectar medicamentos en vacas. La situación, que tuvo lugar en una finca donde la madre del pequeño estaba trabajando, requirió una rápida intervención médica para salvar su vida.