Fauna

El insólito y cruel negocio que hace Uruguay con los lobos marinos

Comienza una costumbre que se renueva cada año en el Uruguay. Afecta el destino de miles de lobos marinos que habitualmente viven en la zona de Cabo Polonio, al norte de Punta del Este.

Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
Los lobos marinos de Cabo Polonio en Uruguay y una extraña manera de preservarlos. (Foto: Gentileza casaeneleste)

Los lobos marinos de Cabo Polonio en Uruguay y una extraña manera de "preservarlos". (Foto: Gentileza casaeneleste)

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Estos animales llevan años en la zona de Cabo Polonio y lo establecieron como su hábitat principal en Uruguay. Muchos de ellos no solo viven y se reproducen en ese lugar de la costa uruguaya. Son los que pueden verse habitualmente en el puerto de Punta del este, para delicia de los turistas.

Sin embargo, la colonia de lobos marinos están considerados como un "recurso" desde varios puntos de vista. Para la ecología y el medio ambiente, para el turismo y también, para la economía. Aunque este último rubro, requiere una explicación porque la utilización de estos mamíferos marinos es cuestionable.

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Cabo Polonio, en Uruguay. El lugar de los lobos marinos. (Foto: A24.com)

Cabo Polonio, en Uruguay. El lugar de los lobos marinos. (Foto: A24.com)

El lobo marino, un habitante originario de esta zona del Atlántico y Sudamérica

Ya hay relato de la presencia de estos animales en los tiempos de Solís, el español que le puso el nombre de "mar dulce" al Río de la Plata, en 1516. Su aventura terminó mal, porque los aborígenes atacaron su establecimiento, los mataron y se los comieron. Pero en viajes posteriores, los españoles que llegaron a esta zona del mundo, cazaban a los lobos marinos para llevarlos en sus naves y comer durante el viaje de regreso.

Pero en el siglo XXI, la realidad es muy diferente. Se creó una reserva siguiendo el lugar en que se establecieron los animales. Allí se los protege y cuida y se los investiga desde el punto de vista de la zoología, la oceanografía y el impacto en el ambiente. Aunque extrañamente, también se los utiliza como recurso económico con un destino a miles de kilómetros de Cabo Polonio y el Océano Atlántico.

Temporada de caza del lobo marino en Cabo Polonio

Como están "protegidos" no corren riesgo de extinción. Entonces, el gobierno uruguayo abre una temporada para la caza de estos animales. Del 1º de abril al 31 de octubre se los puede capturar para llevar vivos a otro lugar y eso es lo más cuestionable: a parques acuáticos en la China y otros países de Asia.

Así, bajo la excusa de posibles intercambios para su estudio y cuidado, la realidad indica que estos mamíferos costeros uruguayos sirven de atracción y por eso se exportan a parques acuáticos, reservas y zoológicos.

El problema, además, está centrado en lo que sucede con ellos. Se trata de cazar a los ejemplares más jóvenes, en cuanto son destetados por la madre. Entonces, como son todavía crías muy pequeñas, el hombre interrumpe su proceso natural de aprendizaje para algo fundamental: alimentarse y vivir en libertad.

Como están en reservas, con estanques, no pueden nadar como lo harían en el mar abierto. Además, se acostumbran a comer cuando el ser humano dice que es tiempo de alimentarlos. Por lo que lejos de su hábitat natural, pierden el instinto para alimentarse por sus propios medios. Por lo tanto, se los saca de su lugar de origen, para llevarlos a la otra parte del mundo. A un lugar en que si quedaran en libertad, es lo mismo que condenarlos a morir.

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Una barcaza en cabo Polonio, el lugar de

Una barcaza en cabo Polonio, el lugar de "reserva y caza" de los lobos marinos. (Foto:Gentileza El país.uy)

De la "casa" de Puerto Polonio a la "caza" que les condiciona su supervivencia

Si en un acuario, por ejemplo, decidieran soltar a un lobo marino ya adulto - una vez que pasó su mejor tiempo para "entretener" - no podría sobrevivir en libertad. No sabría como relacionarse con ejemplares similares pero en condición silvestre. Si lo consideraran como un extraño, no podría defenderse. Tampoco podría alimentarse porque nunca aprendió a hacerlo. Se acostumbró a la mano del hombre. Sin todos esos elementos, moriría por inanición o como presa fácil de depredadores como tiburones u Orcas.

Por cada macho se puede pagar unos 87 mil pesos uruguayos (US$ 2.063) y por las hembras, 118 mil pesos uruguayos(US$ 2.798). Una paradoja más de la condición humana y su relación con el medio ambiente. En un espacio natural para la vida de los lobos marinos se creó un sistema que los protege, pero al mismo tiempo, permite que a un grupo de ejemplares, cada año, se los captura para "entretener" en acuarios y pierdan sus instintos básicos.