La maestra que luego de 45 años como educadora, se retiró y al morir legó su fortuna a una escuela. (Foto: Captura de TV)
"Nunca sabíamos que tenía una fortuna así y mucho menos que nos la donara toda para nosotros". Con lágrimas en los ojos, la confesión pertenece a Emmanuele Trigiagiano. Es el superintendente de una escuela en el Estado de Nueva Jersey, en los Estados Unidos.
La escuela de Dumont recibió un cheque por 1 millón de dólares. Pero lo que emociona a toda esa comunidad es que la donante fue Gennevieve Via Cava, maestra durante 45 años.
La mujer nació en el estado de Nueva Jersey y se dedicó a ser maestra. Se graduó y consagró su vida a enseñar a los alumnos. Siendo muy joven consiguió trabajo en una escuela especial del condado de Dumont y se quedó a enseñar allí durante 45 años.
La escuela de Dumont fue todo en su vida. No se casó y no tuvo hijos. Por lo que "adoptó" como sus hijos a cada promoción de alumnos que recibía año tras año. Siempre se interesó por ellos, por sus problemas y siguió en contacto con ellos ya cuando fueron adultos.
Por ese compromiso permanente Via Cava era, por lejos, la maestra preferida por todos en la escuela. En 1990, luego de 45 años continuos de trabajo día tras día, se jubiló. Pero aún luego de su retiro, siguió yendo a la escuela para ayudar a los chicos y interesarse por sus problemas.
Incluso las autoridades escolares destacaron que en sus 45 años de servicio jamás faltó un solo día ni se tomó licencia o vacaciones.
En el año 2010 murió y luego se conoció esta decisión que emocionó a la comunidad: donó toda su fortuna, sus ahorros a la escuela a la que consagró su vida.
Cuando las autoridades de la escuela de Dumont recibieron el cheque por ese importe de un millón de dólares se sorprendieron totalmente. Jamás imaginaron que una maestra de escuela, en una comunidad reducida en el estado de Nueva Jersey, hubiese tenido la capacidad de ahorrar esa suma de dinero.
Comenzaron a reconstruir su actividad y encontraron la punta del ovillo para amasar esa fortuna. Supieron por testimonios de otras maestras y vecinos que la mujer ahorraba en cupones pacientemente, mes a mes.
Además, unos amigos contaron que ella siempre recordó el gran impacto que causó en su familia la gran depresión del 30. Via Cava era apenas una niña cuando vio el drama de la pobreza de esa crisis en su propio hogar. Sus padres le inculcaron lo que la marcó de por vida: el valor del ahorro de manera permanente.
Así, con ese dato, lograron recomponer detalles "secretos" o totalmente ignorados de la maestra de la comunidad. Por ejemplo, que los cupones de ahorro, con los que cimentó su fortuna, los acumulaba en una libreta en el tiempo libre que tenía en el salón para los profesores y maestros. Mientras otros simplemente descansaban o comían, Via Cava aumentaba los cupones en su libreta de ahorro.
Otros se sorprendieron cuando vieron su casa. Era un chalet grande, no de lujo, pero más que confortable para la mujer que vivió sola toda su etapa adulta. En una buena zona de la comunidad y hasta con piscina.
La sorpresa sobrepasó a uno de sus amigos, Richard Jablonski. Así como recibió el cheque inesperado la escuela, el vecino recibió como legado de su amiga la casa en la que vivió. Jablonski vive ahora con su familia en ese nuevo hogar que recibió como herencia jamás imaginada.
La escuela homenajeaba permanentemente a Genevieve cada vez que iba de visita. Incluso un cartel al costado del edificio remarcaba: "Bienvenida, la mejor ayudante consultora de la educación".
Ahora, con la herencia que les legó, las autoridades de la escuela crearon un fideicomiso que les permitirá - según sus cálculo - tener una ayuda de 25.000 dólares anuales para cada alumno.
Todos gracias al valor del ahorro - aprendido en una dura época de crisis - y el compromiso de una maestra con su escuela y sus alumnos.