Los dos candidatos eligieron una rutina parecida para su último día de campaña. Visitas encadenadas en los distritos clave. Kamala Harris terminó en Filadelfia, Pensilvania, y Donald Trump en Michigan, como en 2016 y 2020.
Kamala Harris y Donald Trump, en una elección apretadísima en EEUU. (Foto: A24.com)
“Somos la promesa de América, todos estamos juntos en esto y soy optimista: vamos a ganar”. Kamala Harris cerró su último día de campaña en un lugar elegido estratégicamente: Filadelfia, la ciudad considerada la cuna de la democracia norteamericana, dentro del estado de Pensilvania. Es uno de los estados claves o "swing states" que cambian de humor - y de candidatos - en cada elección.
Además, el lugar elegido también fue un símbolo. En las escalinatas que inmortalizó "Rocky" en sus entrenamientos. "Es un homenaje a los que empiezan detrás y alcanzan la victoria” , dijo Kamala para unir el esfuerzo de Rocky Balboa al suyo propio para luchar contra el prepotente Donald Trump.
Por su parte, el candidato republicano también visitó en una carrera vertiginosa varios estados hasta ulltimo momento. Pero prefirió atarse a cábalas de sus elecciones anteriores. Cerró en Michigan, otro de los "swing states". Allí cerró las campañas de 2016 - ganó- y 2020, perdió... pero jamás, hasta el día de hoy, reconoció su derrota.
Trump usó estos 4 años para poner a Detroit, la ciudad más importante de Michigan, como símbolo de la decadencia por culpa de los demócratas. Sin embargo, fue allí para plantar una nueva alternativa: "Al final de mi mandato, el mundo entero estará hablando del milagro de Michigan y del impresionante renacimiento de Detroit”, pronosticó Trump.
Son las elecciones que, según las encuestas, se presentan como las más reñidas en la historia reciente de ese país y que definirán dos modelos absolutamente diferentes, para los Estados Unidos y para su relación con el mundo.
Siempre las elecciones en Estados Unidos paracen ser las más importante de la historia pero, esta vez, el grado de división de la sociedad y especialmente de las ideas de uno y otro candidato parecen haber llegado al máximo límite dentro de las reglas de la convicencia en la democracia.
Alimentado en gran parte porque uno de los dos contendientes repitió estos útimos 4 años que le hicieron fraude para quitarle el triunfo contra Biden. En la cuna de la democracia moderna, el mensaje de Trump es el peor para el resto del mundo.
Ahora va por una suerte de revancha personal, no se corrió ni un ápice de su pensamiento original: todos los que no piensan como él son "escorias" (así los definió permanentemente); expulsará a manadas de delincuentes y narcos que llegan desde México; combatirá el delito que - según él - tiene origen es esa "plaga" que llegó desde el exterior, y le dará a Estados Unidos un liderazgo que perdieron gracias a los demócratas.
Claro que ese liderazgo es muy particular. Con un país que cierra su comercio a los productos del exterior - con aranceles prometidos del 200 % en algunos casos - y fomenta el aislamiento del país, especialmente de la OTAN. Al mismo tiempo, sus "aliados" externos son Vladimir Putin (Rusia), Viktor Orban (Hungría) o Erdogán (Turquía), todos modelos de un autoritarismo reñido con el espíritu de la Constitución norteamericana.
Para no ser menos, su joven compañero de fórmula no hace más que agrandar la "grieta en la sociedad". Dijo que el regreso de Trump a la Casa Blanca servirá para retirar a toda la basura de la capital del país, comenzando con la propia contrincante, la vicepresadenta Kamila Harris.
Donald Trump, que no disimula su lengua filosa e insultante, parece moderado frenta al J.D. Vance, su compañero de fórmula.
Un pequeño cambio en su gorrito (De MAGA a MASA) marcó otros de los puntos de las dos visiones para el futuro de los Estados Unidos. Trump paso del "Make America Great Aagain" al "Make America Safer Again". Es decir, de la "grandeza" a la "seguridad". Contrapone sus anunciadas "deportaciones masivas" como nunca antes en la historia a lo que puede suceder si gana los demócratas: "Kamala Harris traerá crimen, caos, destrucción y muerte. Yo ofreceré ley, orden, seguridad y paz". Dijo en Michigan uno de los 7 "swing sates".
En las últimas horas, las encuestas parecen haber detectado un sentimiento que estaba adormecido o no se atrevían a comunicar en las encuestas. Llegó el momento de decidirse y como si fuera una toma de posesión a último momento, las mujeres, los latinos y muchos negros, comenzaron a manifestar que su opción será por Kamala Harris en las papeletas.
Con esta última información mientras hablaba en la escalera de Filadelfia inmortalizada en la película "Rocky", Kamala Harris, cobró confianza y declaró: "El impulso está de nuestro lado, ¿no lo sienten? Vamos a ganar".
Será una noche larga de recentos y especulaciones en los Estados Unidos. El mundo también dormirá con un ojo entreabierto.
