La disputa entre Donald Trump y Kamala Harris va a tener impacto en todo el planeta. Pero para la Argentina de Javier Milei tendrá una connotación mayor. Los dilemas para la gestión libertaria.
Javier Milei destacó la "fuerte alineación con Estados Unidos" tras reunirse con Trump y Blinken. (Foto: Reuters)
La elección en los Estados Unidos de este martes 5 de noviembre puede ser un punto de inflexión en la gestión de Javier Milei. Se trata de una elección muy pareja que puede modificar todo el panorama de la política internacional y que puede obligar al Gobierno argentino a girar en sus posturas. El Presidente ya avisó que mantendrá el alineamiento incondicional con los Estados Unidos, gane quien gane.
No obstante, si gana Kamala Harris o gana Donald Trump, se abren dos escenarios muy diferentes.
Milei dice que Donald Trump es su amigo. Se sacó incontables fotos con el líder republicano y frecuentemente se referencia en él y en su doctrina conservadora.
Un triunfo de Trump reforzaría en el plano local que la estrategia política de Milei de redoblar permanentemente la apuesta es la correcta. Se terminaría de cerrar una alianza regional potente que ubicaría muy cerca a la Argentina del principal país del mundo.
A favor: esto puede dinamizar -por ejemplo- las inversiones en la Argentina.
En contra: seguramente Trump en el poder refuerce su enfrentamiento con otras potencias como China y Rusia. Al quedar la Argentina pegada a Estados Unidos, se hará más difícil que capitales de esos países sigan invirtiendo en el país.
Desde que asumió Milei, el gobierno de Joe Biden fue contundente respecto a sus posiciones sobre la Argentina: valora que el país esté yendo en la senda correcta de corregir sus problemas macroeconómicos, pero le pide sistemáticamente que no descuide a los más vulnerables, que mantenga sus políticas sobre el medio ambiente y en temas de género y diversidad sexual.
Sin ir más lejos, Mark Stanley (embajador de los Estados Unidos en la Argentina) posó en los últimos días en una foto junto a diplomáticos pidiendo respeto por la diversidad sexual; algo contrario a la doctrina del Gobierno argentino.
Un triunfo de Trump va a actuar como facilitador para que Milei revise estas políticas.
En cambio, si gana Kamala Harris probablemente el gobierno esté más condicionado para implementar políticas que vayan en contra de esos valores universales para el mundo occidental.
Donald Trump es el espejo de Javier Milei en la derecha internacional. Pero tienen ideas muy distintas en cuanto a la teoría económica. Tanto que en algunos momentos Cristina Kirchner elogió las políticas trumpistas.
La principal promesa de campaña de Donald Trump es la protección del trabajo de los estadounidenses. Eso implica proteger a la industria local y también al agro. En la práctica eso va a derivar en un mercado norteamericano más cerrado con menos chances de venderles productos.
Esto podría ser una amenaza para el Gobierno de Milei que necesita sostener exportaciones altas y de esa manera perdería un socio comercial importante.
¿Kamala Harris puede ser mejor negocio para Milei que Trump?
El otro dilema económico que supone la presidencia de Trump tiene que ver con que el republicano propone una disminución impositiva que podría incrementar la deuda norteamericana y por lo tanto generar una suba de tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
También se especula con que un aumento de la inflación podría provocar un efecto similar sobre las tasas.
Para la Argentina eso podría representar un problema. Cuando aumentan las tasas de interés norteamericanas, inmediatamente inversores suelen abandonar los bonos de países "emergentes" para ir a una opción mucho más segura.
La Argentina se vería obligada también a elevar sus tasas para intentar retener a sus inversores; todo lo contrario de la política que hoy lleva adelante Milei. Tasas altas suelen estar asociadas a más dificultades para reactivar la economía.
Otro dilema libertario.
En caso de ganar, Donald Trump va a tener que devolverle una gentileza a su máximo aliado en la región. En un contexto en que los principales países de América Latina son gobernados por la izquierda, el líder de La Libertad Avanza es de vital importancia para el posicionamiento geopolítico de Donald Trump.
Es por eso que analistas económicos aseguran que en caso de que gane el republicano, este presionara fuertemente para que el FMI apruebe un nuevo desembolso de fondos frescos para la Argentina. Eso implicaría que Milei podría levantar el cepo inmediatamente, con consecuencias que -según el Gobierno- serán más que positivas para la economía argentina. Serían entre 10 mil y 15 mil millones de dólares.
Los optimistas dicen que al salir del cepo se dinamizarán las inversiones. Los pesimistas advierten que "Toto" Caputo volverá a endeudar al país.