La fuerza de Centro
Yair Lipad tiene 57 años. Es periodista y escritor. Su partido llegó a ser el segundo, detrás del Likud (de Netanyahu), en 2013. Formaron una alianza de gobierno en la que Lipad fue el ministro de economía. Pero Netanyahu lo despidió en diciembre de 2014.
Pasó a ser una de las voces más importantes de la oposición. Después de 4 mandatos consecutivos de su ex aliado, ahora encabezó las reuniones para formar gobierno contra reloj. Dio una muestra enorme para el diálogo sobre presión. La coalición que logró llegó casi al límite de tiempo antes de que el presidente de Israel se viera forzado a convocar a una nueva elección nacional.
El grupo de los ocho
Naftali Bennett es el principal socio de esta nueva alianza para formar gobierno. Es la cabeza "Nueva derecha". Un desprendimiento del Likud, del que formó parte junto con "Bibi" Netanyahu cuando comenzó su carrera para llegar, por primera vez, al puesto de primer ministro en 1996. También rompió con él y con el Likud. Aunque se quedó en el extremo derecho del arco ideológico del país.
Además, se inscriben los referentes de un complejo arco ideológico. Desde Yamina, Kahol Lavan, "Nueva esperanza", Yisrael Beiteinu, Meretz hasta la tradicional fuerza socialdemócrata: El partido Laborista. Liderado por Merav Michaeli, heredero del legado de Golda Meir, Shimón Peres y Yitzaak Rabin.
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Luego de los enfrentamientos con Hamás, pro primera vez un partido musulmán llega a la alianza de gobierno en Israel (Foto: AP)
El aporte clave fue de la representación musulmana en la Knesset, el parlamento Israelí. Tradicionalmente, se abstienen o votan en contra de cualquier primer ministro de los partidos encabezados por políticos judíos. Esta vez, accedieron al llamado de Lipad. Mansour Abbas, del partido islamista Ra’am, dio el paso fundamental para que, por primera vez, integre una coalición en el poder.
Es una jugada estratégica después del tiempo violento entre Israel y Hamas en la franja de Gaza.
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Benjamín Netanyahu tiene pendiente un juicio por tres casos de corrupción como primer ministro (Foto: AP)
Una alianza inestable
El gran desafío es la gobernabilidad. Tienen una frágil mayoría parlamentaria. Pero el temor es que la menor diferencia de enfoques en un arco que va desde los defensores del sionismo hasta la representación musulmana, haga caer al nuevo primer ministro. Enfrente, esperando, estará el Likud. Y Netanyahu.
Para el actual primer ministro solo quedan 10 días en el poder, antes de que asuma el nuevo gobierno. Tiene un margen muy estrecho para una maniobra parlamentaria que obstruya el ascenso de la nueva coalición. Sería un catástrofe para Israel que debería ir a elecciones generales nuevamente. Por quinta vez en tres años.
De lo contrario, el futuro es complicado para "Bibi". Netanyahu deberá enfrentar, sin inmunidad de ninguna clase, el proceso abierto en su contra por corrupción.