Encuentro de potencias

Joe Biden y Xi Jinping, en una cumbre para contener a Irán y evitar una escalada en Medio Oriente

El 15 de noviembre se reunirán en San Francisco. Mientras avanzan en una "competencia sin guerra Fría", el presidente norteamericano buscará que su par chino mantenga a Teherán sin involucrarse en el conflicto Israel-Hamas.
Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
Cumbre entre Xi Jinping y Joe Biden en San Francisco

Cumbre entre Xi Jinping y Joe Biden en San Francisco, con la crisis de Medio Oriente de por medio (Foto: A24).

Joe Biden y Xi Jinping volverán a encontrarse personalmente. Esta vez será en la ciudad de San Francisco. Con una agenda bilateral "importante", pero sin descuidar lo "urgente": el conflicto en Medio Oriente. La reunión tendrá enorme trascendencia porque a la guerra sin solución entre Rusia y Ucrania, el conflicto total entre Israel y Hamás es una amenaza constante de escalada en la región de consecuencias imprevisibles.

Es por eso que el presidente norteamericano espera poder lograr que Xi Jinping, de buena relación con el régimen iraní, haga que ese país se comporte como hasta ahora: una declamación pública a favor de Hamas, pero sin una participación directa en el conflicto.

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Que la situación en Palestina no se globalice

Hasta el momento, el conflicto, que lleva ya 33 días, se ha mantenido en un panorama acotado a los ataques que lanzó inicialmente Hamas sobre Israel y la declaración de guerra de Benjamín Netanyahu contra ese grupo terrorista que controla la Franja de Gaza. Ni siquiera los roces entre Israel y Hezbollah en la frontera en El Líbano abrieron otro frente en la zona.

Lo mismo puede decirse de la actuación de Yemen, en el sur de la península arábiga, donde los hutíes lanzaron cohetes que fueron neutralizados.

La liga árabe no ha movido un dedo hasta el momento y Egipto, país que también tiene vallada su frontera con la Franja de Gaza, ha contribuido con la reapertura del paso de Rafah para la ayuda humanitaria que sigue siendo más que escasa.

En este panorama, Joe Biden y Xi Jinping estarán frente a frente la semana próximal, y San Francisco es el lugar elegido para la cumbre.

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La guerra entre Israel y Hamas, desafío para evitar una escalada que comprometa a Irán (Foto: archivo).

La guerra entre Israel y Hamas, desafío para evitar una escalada que comprometa a Irán (Foto: archivo).

Verificar la influencia del líder chino

Xi jinping ha hecho algo muy valioso para la Casa Blanca en la guerra entre Rusia y Ucrania: se reunió una y otra vez con Vladimir Putin. Ratificaron una alianza "inquebrantable". Pero en los hechos, se ha mantenido al margen del conflicto.

Ahora es el turno de ocuparse de Irán. Será solo la segunda vez en que ambos presidentes estén cara a cara desde la llegada de Biden a la Casa Blanca hace casi tres años. La primera fue hace un año, en la cumbre del G-20 en Indonesia. Con gran lenguaje diplomático, reeditaron la frase: "Estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo". Pero sirvió para bajar el tono en el choque no disimulado por la economía y su influencia entre las dos potencias mundiales.

Además, el servicio exterior de ambos países comenzó a reconstruir puentes de la relación bilateral.

Ahora llega el momento de ver los frutos de un año de trabajo. Será cuando Biden y Xi Jinping den su opinión -entre ellos dos- sobre el conflicto en Medio Oriente. Estados Unidos quiere que Irán no salga del papel declamativo contra Israel.

Para ello compromete los esfuerzos de Biden y Blinken en lograr que llegue la ayuda humanitaria a Gaza. Insisten ante Netanyahu que la población civil debe ser protegida al máximo y ahora aseguran que lograron el compromiso de pausas de 4 horas diarias en los ataques para permitir esa ayuda.

¿Qué debería hacer Xi Jinping? Lograr que sus contactos con Irán, donde tiene una excelente relación con el presidente, Ebrahim Raisi, logren mantener a ese país fuera del conflicto.

China se ha transformado en un referente calificado para los países del "sur". Ha pedido reiteradamente la necesidad imperiosa de un alto el fuego. Pero al mismo tiempo, como en la guerra en Europa, no tomó partido directo por Israel ni por Hamas. Esa habilidad de la diplomacia china le da ahora el impulso para hablar con Irán.

“Si Irán emprende acciones provocadoras, EE.UU. está preparado para responderlo y hacerlo rápidamente”, dicen las fuentes de la Casa Blanca. Esperan que ese mensaje llegue bien traducido por el líder chino hasta Teherán. Esto es lo "urgente".

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El "Golden Gate", un puente para afianzar la relación entre Estados Unidos y China (Foto: gentileza Amusement).

"Competencia, pero sin guerra fría"

Lo "importante" está en la relación bilateral. Beijing y Washington ya adelantaron que hay un consenso para poner a prueba en 2024. Dejar atrás los roces, que fueron leves en el final de la presidencia de Trump, pero muy exacerbados desde la llegada de Biden a la Casa Blanca. Son las dos principales economías del mundo. Entonces, el "acuerdo" pasa por "competir" entre ambas naciones: en tecnología, desarrollo y ganar influencia en todo el mundo.

No obstante, la idea es no apostar al "conflicto", manteniendo una línea de consulta permanente. Es decir, borrar del horizonte mundial una reedición de la "Guerra Fría", con China en el lugar de la Unión Soviética.

Lo "urgente" y lo "importante" marcarán la cumbre entre Joe Biden y Xi jinping. Nada mejor que intentar el acercamiento en San Francisco, la ciudad que en su bahía tiene al "Golden gate", esa "puerta de oro" que representa uno de los puentes más importantes del mundo.

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