Emmanuel Macron sorprendió a Francia y al mundo con la elección de su nuevo primer ministro. (Foto: Gentileza Diario Público)
"Querido Gabriel Attal, sé que puedo contar con tu energía y tu compromiso para implementar el proyecto de rearme y regeneración que te anuncié. Fiel al espíritu de 2017: superación y audacia. Al servicio de la Nación y de los franceses". Es el cordial mensaje que eligió el presidente de Francia, Emmanuel Macron para anunciar el relevo en el cargo de primer ministro. Decidió reemplazar a Elisabeth Borne y la figura elegida en su lugar ya es una tendencia en las redes del mundo entero.
Se trata de Gabriel Attal, hasta hoy portavoz del gobierno galo y ministro de educación. Pero lo que impactó por encima de esas jerarquías es su juventud, apenas 34 años y que es un homosexual que siempre ha luchado para eliminar cuestiones de prejuicios y discriminaciones y promover la igualdad de derechos de las personas sin importar su orientación de género.
A sus 34 años, Attal se convierte así en el primer ministro más jóven de la historia de Francia.
Enseguida, el designado primer ministro respondió y en su mensaje hizo una sutil referencia a posibles intenciones como premier.
"Trabajando con fuerza, humildad y sin tabúes al servicio de los franceses". Eso es lo que ha hecho en su corta vida en la acción política. Luchas contra las trabas y discriminaciones contra las minorías y los derechos de la comunidad homosexual.
Formado en el Partido Socialista de Francia, (el mismo de Francois Miterrand o Francois Hollande), lo abandonó para sumarse a Emmanuel Macron en 2016. El camino hecho por el presidente para ser un mandatario de centro para toda Francia le allanó el camino.
En el gabinete galo tiene (tenía desde ahora) dos cargos: vocero y, además, Ministro de Educación Nacional. Como tal fue uno de los más populares del gabinete de Macron y eso, sin duda, jugó a su favor para relevar a la muy cuestionada Elisabeth Borne.
En aras de derrumbar tabúes, contó en una pasada entrevista por la televisión transmitida a toda Francia que una vez, siendo muy joven, llamó a su padre y le dijo: "Papá, me enamoré de un chico".
Además, para Macron, Attal tiene otro valor más. El presidente fue reelecto en 2022. Pero perdió el control de la Asamblea Nacional - el Parlamento - a manos de la extrema derecha de Marine Le Pen. Desde allí surge la política de control extremo o de desgaste para sus medidas de gobierno.
La figura de Borne como primera ministra quedó muy desgastada tras la reforma previsional que Macron impuso gracias a un artículo milagroso de la Constitución que obvió la necesidad del voto favorable de ambas cámaras y que luego ratificó la Corte suprema francesa. Pero el debate por una nueva ley migratoria - especialmente con las personas de creencia musulmana - le terminó por costar el puesto.
Ahora Macron juega su carta más joven y potente. El grado de aceptación popular de Attal le permitirá enfrentar a los cuestionamientos de la extrema derecha y por sus orígenes socialistas, pueda lograr el apoyo que la izquierda - la moderada y la más radical - suelen retacearle al presidente.
Proveniente de la llamada "rive gauche", la orilla "izquierda" del río Sena en París, el sector de la formación más progresista en la ciudad luz. Alumno brillante, llega como un joven de oro al centro del poder. Para ayudar a gobernar a Macron, quien se irá a su casa en 2027 ( tras su segundo mandato). No hay antecedentes en la quinta república del paso directo de un primer ministro al cargo de presidente.
Pero Attal tiene la juventud y el coraje para cambiar las cosas. Ya lo pudo demostrar defendiendo los derechos de los homosexuales. Tal vez, pueda hacerlo nuevamente.