La Unión Europea planeaba el jueves el “paquete de sanciones más fuerte y duro” de su historia en una reunión de emergencia, mientras el ejército ruso atacaba Ucrania y los líderes mundiales respondía con indignación a las acciones de Moscú.
La Unión Europea planeaba el jueves el “paquete de sanciones más fuerte y duro” de su historia en una reunión de emergencia, mientras el ejército ruso atacaba Ucrania y los líderes mundiales respondía con indignación a las acciones de Moscú.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, apuntó que “el objetivo es la estabilidad en Europa y el conjunto del orden de paz internacional, y haremos que el presidente (Vladimir) Putin sea responsable por ello”.
“Presentaremos un paquete de sanciones masivas y selectivas a los líderes europeos para su aprobación”, afirmó.
El jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, lo calificó como el “paquete más fuerte y duro” jamás considerado por Bruselas.
“Una gran potencia nuclear ha atacado a un país vecino y amenaza con tomar represalias contra cualquier otro estado que pueda acudir al rescate", apuntó Borrell.
Y agregó: “Esto no es solo la mayor violación del derecho internacional, es una violación de los principios básicos de la coexistencia humana. Está costando muchas vidas con consecuencias desconocidas para el futuro. La Unión Europea responderá con la mayor firmeza posible".
Según Von der Leyen, las sanciones “se dirigirán a sectores estratégicos de la economía rusa, bloqueando el acceso a la tecnología y a mercados que son claves para Rusia”.
Si se aprueban, las sanciones “debilitarán la base de la economía rusa y su capacidad para modernizarse. Y, además, congelarán activos rusos en la Unión Europea y cortarán el acceso de los bancos rusos a los mercados financieros europeos”.
Como el primer paquete de medidas decretadas luego de que Moscú reconoció a las dos repúblicas escindidas del este de Ucrania, von der Leyen afirmó que todas las potencias occidentales caminan en la misma dirección.
“Estamos estrechamente alineados con nuestros socios y aliados: Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá, pero también, por ejemplo, con Japón y Australia", agregó.
Boris Johnson: "Occidente no se quedará de brazos cruzados"
El primer ministro británico, Boris Johnson, manifestó que los aliados occidentales no se quedarán parados mientras Rusia ataca Ucrania.
En una llamada telefónica a primera hora de la mañana con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, Johnson dijo que estaba consternado por los acontecimientos en el país, de acuerdo con un comunicado de su oficina.
“El primer ministro dijo que Occidente no se quedará de brazos cruzados mientras el presidente Putin libra su campaña contra el pueblo ucraniano", añadió la nota.
La agitación por el inicio de la temida agresión rusa se extendió desde Europa hasta Asia. Los mercados bursátiles se desplomaron, el precio del petróleo se disparó y las autoridades de aviación europeas advirtieron de un alto riesgo para la aviación civil que sobrevuele Ucrania, recordando a los operadores aéreos que “esta es ahora una zona de conflicto activo”.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebró una reunión de emergencia para disuadir a Rusia de enviar tropas a Ucrania. El pedido de su secretario general, Antonio Guterres, de dar “una oportunidad a la paz” se produjo justo mientras el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aparecía en la televisora estatal para anunciar una operación militar que, según dijo busca proteger a los civiles ucranianos.
Putin, quien señaló que los rebeldes del este de Ucrania había pedido ayuda militar a Moscú, advirtió a otros países de que cualquier esfuerzo para interferir en el operativo ruso podría derivar en “consecuencias que nunca han visto".
Rusia acumuló más de 150.000 soldados en las fronteras ucranianas. Putin reconoció el lunes la independencia de las dos regiones separatistas de Donbás y ordenó la entrada de fuerzas rusas a esos territorios para lo que calificó de “misión de paz”. En la ONU, Guterres lo refutó afirmando que sus tropas estaban entrando a otro país sin consentimiento.
China, que había criticado las sanciones al Kremlin, aconsejó a sus ciudadanos en Ucrania que se queden en casa y coloquen una bandera china en sus autos si necesitan recorrer grandes distancias.
“El orden social es caótico y está fuera de control, especialmente en las ciudades, donde en momentos de graves disturbios caminar por las calles puede convertirlo a uno en objeto de un ataque, el tránsito puede detenerse en cualquier momento y salir al exterior crea la posibilidad de enfrentarse a riesgos incontrolables", señaló en un aviso.
China ha alineado cada vez más su política exterior con la rusa para desafiar a Occidente, y ha culpado a Estados Unidos y a sus aliados por provocar a Moscú.