Las autoridades aún no saben cómo cayó el rodado a las violentas aguas. (Foto: Captura de video)
Powered by Thinkindot Audio
Dramáticas imágenes se conocieron el pasado miércoles, luego de un vertiginoso rescate que terminó siendo en vano. Un buzo de la Guardia Costera de Estados Unidos se enfrentó a los violentos embates de la corriente de las cataratas del Niágara para rescatar a una mujer que quedó atrapada en su auto tras caer en el agua. Aunque se logró sacar el cuerpo del vehículo, lamentablemente la mujer ya había fallecido.
Las impactantes imágenes de la maniobra inundaron las redes sociales debido a su espectacularidad. El suboficial de segunda clase, Derrian Duryea, descendió colgado de un cable sujeto a un helicóptero para llevar a cabo el salvataje. La conductora era una mujer de 60 años, según informó la agencia AFP con información de la Policía de Parques Estatales de Nueva York.
Las fotos que divulgaron diferentes periodistas locales a través de las distintas plataformas mostraron el heroico accionar de Duryea. Este último descendió hasta colocarse encima del rodado y, mientras resistía la fuerza de la marea y la nieve, abrió la puerta para ingresar y sacar el cuerpo.
A los pocos minutos, y mientras el nivel del agua incrementaba, logró salir para ascender y completar el rescate. El capitán de la policía de parques Christopher Rola brindó una conferencia de prensa tras el procedimiento para dar detalles de lo sucedido. "Fue un trabajo increíble de la Guardia Costera", declaró ante los periodistas.
La incógnita que las autoridades aún no pueden resolver es cómo llegó el auto a sumergirse en el mar. La primera versión indicaría que la ligera nevada hizo resbaladiza la superficie de la carretera, aunque aún no está del todo claro. Testigos del hecho aseguraron que vieron al coche flotando en el río cerca del puente peatonal, donde se habría caído.
Tras la maniobra, el rodado quedó completamente sumergido y solo se podían ver una parte del techo y el baúl, el cual estaba abierto. El mismo se encontraba en los rápidos de las American Falls, una de las tres cascadas que conforman las cataratas del Niágara.