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El poder del fibrón negro. Trump no cesa de firmar decretos y órdenes en los temas que quiere cortar desde la base (Foto: gentileza NBC).
Una aplicación que ahora puede condenar a los inmigrantes
La administración demócrata instrumentó una aplicación para asistir a los inmigrantes ilegales mientras están es ese período de "prueba" para demostrar que califican como para recibir un permiso de residencia. Pero de pronto, esa herramienta que les permitió pensar en un mejor futuro lejos de su país de nacimiento, puede volverse en su contra muy fácilmente.
Las oficinas de migración federales y el FBI tienen todas esas bases de datos en su poder. Si la "nueva Casa Blanca" revocó todos esos permisos transitorios, solo es cuestión de ir a buscar a los extranjeros al lugar en donde declararon vivir mientras esperan el permiso de residencia. Si se revocó la ley, no hay permiso. Por lo tanto, son ilegales que pueden ser deportados de inmediato.
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La aplicación dada por Biden para resolver problemas de inmigración, se vuelve ahora en contra (Foto: gentileza NY Legal Assistance Group).
Esta semana, el presidente republicano amplió el alcance de las personas pasibles de ser deportadas. Incluidos aquellos que utilizaron CBP One, una aplicación móvil, para ingresar al país. La administración Biden había utilizado la aplicación para gestionar el movimiento de 900.000 inmigrantes a través de puertos de entrada legales. Por eso, hay centenares de miles de personas que temen por su futuro y el de sus familias: "En cualquier momento podría pasar algo”, dicen, y solo se refieren a una cosa que no quieren nombrar: ser detenidos por oficiales federales y expulsados de los Estados Unidos.
Una ciudad con una enorme cantidad de inmigrantes, ¿ilegales?
El New York Times publicó que en condición de vulnerabilidad y que dependen de la ayuda municipal en materia social hay 510.000 personas en los registros oficiales. Representa el 6% de la población de la ciudad (8,29 millones). Además, se calcula que hay 900.000 personas más que deambulan todos los días en condición de ilegales por Nueva York. Entonces, el porcentaje trepa a casi el 17% de la población. ¿Todos están en peligro a cada instante de ser deportados?
El estado de Nueva York está gobernado por Kathy Hochul, del partido Demócrata, atacada reiteradamente por Trump. El alcalde de la ciudad es republicano. Se llama Eric Adams y es afroamericano. Más allá de ser del mismo partido de Trump, es considerada como una de las "ciudades santuarios" por su aceptación y tolerancia oficial a la inmigración indocumentada. Pero ahora se acabó. La inmigración es un asunto federal. Y Trump está resuelto a realizar la mayor deportación de ilegales en la historia de los Estados Unidos. Por eso, el fibrón negro que tiene en su despacho, no para de firmar decretos cada vez más restrictivos.
Fuerzas Armadas: el fin de la diversidad sexual y la política de género
El Congreso aprobó la nominación de Pete Hegseth como secretario de Defensa. El nuevo jefe del Pentágono es presentador de la televisión (sí, en FOX) y exmiembro de la reserva de los Estados Unidos. Estuvo en Guantánamo y en Iraq. Más que conservador, es el patrono de los reaccionarios. Sus audiencias en el Capitolio se parecieron por momentos a un regreso a la edad Media, pero con el apoyo del bloque mayoritario de los republicanos, su postulación fue aprobada solo porque el número aplastó a la razón.
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Hegseth lo dijo claramente: no cree que las mujeres estén en las mismas condiciones que los hombres para llevar el uniforme de los soldados. Por una cuestión de fuerza, principalmente. Pero menos todavía, cree que las fuerzas armadas puedan ser el ámbito "natural" (según él) para quienes son transgéneros. Cómo será de reaccionario, que aunque los republicanos tienen mayoría en la Cámara alta, la votación resultó 51 a 50 porque el vicepresidente Vance tuvo que desempatar y definió a su favor.
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Pete Hegseth el secretario de Defensa. De tan conservador que es, deja a Donald Trump como moderado (Foto: gentileza BBC).
Ya tiene armas para ponerse a trabajar. Trump firmó resoluciones por las que pone fin a las políticas de inclusión dentro del ejército. Se eliminan los criterios de “raza” y “sexo” a la hora de contratar. Según Trump, esto es con el propósito de evitar que nadie sea “favorecida o discriminada en relación con su sexo, raza, etnia, color o credo”.
En la práctica, esa derogación favorece que ocurra justo lo contrario. La idea es que todos son iguales para aspirar a cualquier puesto. Pero, como escribió George Orwell en "Rebelión en la granja": "Todos los animales somos iguales, pero algunos, más iguales que otros". Si los reclutadores tienen los parámetros de Hegseth...
Con el decreto de Trump, el expresar una ”identidad de género“ que difiera del sexo de una persona hace que no pueda cumplir con los rigurosos estándares necesarios para el servicio militar. Por eso, dice: “Adoptar una identidad de género inconsistente con el sexo de un individuo entra en conflicto con el compromiso de un soldado con un estilo de vida honorable, veraz y disciplinado, incluso en su vida personal".
Tampoco las personas transgénero podrán usar las instalaciones de acuerdo a como se perciban. Como Trump solo admite "hombre o mujer", los hombres transgénero no podrán usar baños o lugares para dormir de los hombres y lo mismo vale para las mujeres transgénero, pero en sentido inverso.