Fuentes judiciales confirmaron que el estado de descomposición del cuerpo dificultó las tareas forenses. Los especialistas debieron extremar precauciones para preservar evidencia biológica que podría ser clave para identificar a la persona o personas responsables del crimen.
Una desaparición que encendió las alarmas
Azul Semeñenko fue vista por última vez el miércoles 24 de septiembre, cuando asistió a un turno médico en el hospital Castro Rendón. Al día siguiente, día de su cumpleaños, no se presentó a trabajar en el Centro de Atención a la Víctima de Casa de Gobierno, donde se desempeñaba desde hacía años.
Sus compañeras advirtieron su ausencia y, tras varios intentos fallidos por contactarla, presentaron la denuncia policial. Desde entonces, su búsqueda se convirtió en prioridad para la Policía y el Ministerio Público Fiscal.
“Era una persona muy responsable, comprometida y solidaria. Nunca faltaba sin avisar”, contó Evangelina González, psicóloga y colega de la víctima, en diálogo con LM Neuquén.
El MPF adelantó que se realizarán nuevas pericias sobre la zona del hallazgo y se analizan cámaras de seguridad para reconstruir los últimos movimientos de la víctima. También se espera el informe completo de la autopsia para determinar si fue atacada en el lugar o si el cuerpo fue trasladado hasta allí.