Es un compañero de la facultad de la joven asesinada que es oriundo de Bariloche, pero se había instalado en Córdoba para estudiar arquitectura, la misma carrera que Catalina Gutiérrez, la víctima.
Néstor Soto era compañero de facultad de Catalina Gutiérrez. (Foto: La Voz del Interior)
Tras el asesinato de Catalina Gutiérrez, la joven estudiante de arquitectura e influencer que fue encontrada muerta dentro de un auto esta madrugada en el barrio Ampliación Kennedy, en Córdoba, la Policía detuvo a un sospechoso. Se trata de un compañero de la facultad identificado como Néstor Daniel Aguilar Soto, también conocido como “Nuni”.
El acusado es de Bariloche pero se había instalado en Córdoba hacía al menos dos años para estudiar arquitectura, la misma carrera que Gutiérrez, según indicó el canal El Doce.
Los jóvenes habrían integrado el mismo grupo de amigos de la facultad. En las redes sociales de Gutiérrez hay fotos en las que el joven aparece etiquetado junto a otras personas.
La Policía llegó a Soto a partir de un dato tecnológico que se desprendió del celular de la víctima. Habrían estado juntos porque se dirigían a una juntada con más amigos en un bowling del Patio Olmos.
Según el diario La Voz, cómo vivían cerca, Soto solía pasar a buscar a su compañera cuando se armaban salidas grupales. Los investigadores creen que el joven estaba celoso porque Catalina estaba de novia con otro compañero y la habría atacado en el auto, al que intentó luego prender fuego.
Aparentemente, el sospechoso habría confesado el femicidio al ser detenido. Todavía resta determinar si esto sucedió en el domicilio de Soto o dentro del vehículo y por ello, la Policía realizó allanamientos esta tarde para determinar si hay algún elemento de interés para confirmar su participación.
Al advertir que la joven nunca había llegado al encuentro y tampoco contestaba los mensajes y los llamados, las amigas dieron aviso a la familia. La preocupación fue creciendo y una hermana suya empezó a rastrear sus últimos movimientos a través del sistema de búsqueda de Apple.
Así detectó que pasada la medianoche la señal del teléfono de la víctima se mantuvo fija en la calle Pedro Echagüe al 3900 en el barrio Ampliación Kennedy, zona sur de la capital cordobesa, y no volvió a registrarse ninguna actividad. Dio aviso a la Policía y ocurrió el macabro hallazgo.
La hipótesis del homicidio en ocasión de robo fue descartada rápidamente debido a que no faltaba ninguna de las cosas de valor de la víctima en la escena.
