El cuerpo habla

El lenguaje no verbal de los rugbiers a la hora de pedir perdón: "No hay arrepentimiento; no hay emociones"

En Epa Verano, el ciclo que conduce Nicolás Magaldi, Marcelo Solá analizó el lenguaje no verbal de los rugbiers a la hora de pedir perdón en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa.
El lenguaje no verbal de los rugbiers a la hora de pedir perdón: No hay arrepentimiento; no hay emociones
El lenguaje no verbal de los rugbiers a la hora de pedir perdón: "No hay arrepentimiento; no hay emociones"

Sobre el final se produjo un pedido de perdón por parte de los 8 acusados y muchos piensan que fue guionado por el abogado defensor, Hugo Tomei, dado la coincidencia en sus relatos.

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De hecho Fabián Améndola, abogado de los padres de Fernando Báez Sosa, habló en Radio La Red y fue tajante al referirse a las palabras finales que dieron los 8 rugbiers acusados del crimen. "No nos impresionó como algo que fuera sentido, que naciera realmente de su voluntad, sino que fue evidentemente algo que les aconsejaron decir", manifestó

Y en esa línea se mostró Marcelo Solá, quien analizó hoy en el programa Epa Verano de Nicolás Magaldi el lenguaje no verbal de los chicos.

Esto fue la reacción de Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).

"Veo la escases de emociones de emociones, no es expresivo, se está arrepintiendo pero no lo están diciendo con su cuerpo. Ellos ni siquiera miran hacia abajo. Agarrar el micrófono con dos manos lo hacen para bajar la tensión del cuerpo. Habitualmente cuando el cuerpo se pone muy rígido se pone una barrera entre uno y otro. Es más, es un conjunto de cosas: postura, mirada hacia un mismo lugar, el tiempo que lo usás", expresó Marcelo Solá en América Tv.

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Sobre Blas Cinalli dijo: "Habitualmente cuando estás muy nervioso vas a ver que se toman la ropa o se tocan el pelo. Hay una tensión corporal permanente. Todo el país te está mirando. Hay un problema grave que es la diferencia: lo que digo con la boca no lo expreso con el cuerpo. No hay codificación corporal".

"La frialdad. Cuando vos te arrepentís lo decís con el cuerpo. No hay arrepentimiento porque no hay emociones", dijo después de ver a Matías Benicelli.

Sobre Ciro Pertossi: "Cuando vos sos espontáneo las palabras salen solas. Cuando se hamaca cuando habla es para bajar de tensión. Le está pasando de todo. Hay un balbuceo en la forma de hablar. Está muy tenso. Lo puedo ver más nervioso pero no más sincero. La palabra que me hace ruido es cuando dice que realmente está arrepentido, te vinculás de una forma diferente con tu canal emocional".

"La fila última es tremendo. Desde el primero que le agradece y le pide ayuda a Dios. Uno puede pensar que Máximo Thomsen porque lloró puede estar arrepentido pero yo veo todo fingido. Esto no fue un coucheo, fue un buen asesoramiento, si los hubieran coucheado bien tendría que haber emociones. Cuando habla Thomsen iba a hablar sentado, el abogado le pide que se pare. Lo obliga a levantarse, quería hablar sentado, con comodidad, acá no hay arrepentimiento", finalizó.

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El pedido del papá de Fernando Báez Sosa a los jueces: "Tienen que pensar en sus hijos"

Horas después de que concluyera la segunda y última jornada de alegatos en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, Silvino Báez admitió que no le gustaría estar "en los zapatos de los jueces" que el próximo 6 de febrero dictarán la sentencia sobre el caso. De todos modos, en el mismo sentido, les pidió a los magistrados que piensen en "sus hijos".

“En esa sentencia que van a dictar, se va a ver el antes y el después. Los jueces tienen que pensar en sus hijos y en los hijos de los vecinos. Esto tiene que quedar en la historia”, afirmó el hombre durante una entrevista con Telenoche.

Los tres jueces que darán a conocer la condena contra los ocho acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa son María Claudia Castro, Christian Ariel Rabaia y Emiliano Javier Lázzari. Al respecto, Silvino reconoció: “No me gustaría estar en sus zapatos”.

Por otro lado, en relación con las palabras finales de los imputados, quienes por primera vez rompieron el silencio todos juntos y pidieron perdón por lo sucedido, Silvino fue terminante: “Lo tomé como de quienes viene. Soy un ser humano que puede perdonar, pero esto no me llegó. Incluso, los primeros días de la audiencia se la pasaban riendo. Creo que están coacheados”.

En el mismo sentido, fue categórico sobre el llanto de Máximo Thomsen, señalado por muchos como el principal responsable del crimen de Fernando. “Que llore y que patalee, pero acá la Justicia tiene que demostrar quién es el culpable y al culpable hay que castigarlo”, afirmó, para luego concluir: “Sabe lo que se le viene, que es muy duro, pero dijo un montón de mentiras y yo no me olvido de eso”.

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