Los documentos judiciales revelan que el 23 de septiembre, apenas unas horas antes del hallazgo de los cuerpos enterrados en la vivienda de Villa Vatteone, Celeste estaba desbordada. Un testigo declaró que se cruzó con ella y su madre esa tarde, y que la joven le confesó: “Me mandé una cagada, está la Policía en casa, algo pasó en casa”.
Según ese mismo relato, Celeste lloraba, estaba nerviosa y angustiada. Le aseguró que iba a darle “solución al problema”, pero que primero debía hablar con alguien. Luego se fue con su madre hacia el centro de Florencio Varela, aunque más tarde se separaron.
En paralelo, la casa de la calle Chañar ya estaba rodeada de efectivos policiales.
En otro de los audios incorporados a la causa, Celeste le suplicó a su madre: “Mamá borrá las conversaciones, por favor, necesito unas horas porque, si yo voy sola, voy a pagar el plato de todo si me entrego. El jefe se va a enterar y chau Celeste, no sé si me entendés. Necesito acomodarme con él. No te voy a hablar más hasta dentro de unas horas”.
Y en un segundo mensaje, más desesperada, agregó: “Tengo que ir sola y no quiero ir sola, no puedo ir sola. Él no va a ir. Tengo que arreglar esto. Dame unas horas, por favor. Y vos no sabés nada, no digas nada. Borrá todo ya, borralo”.
De acuerdo con la investigación, las tres jóvenes -Lara, Morena y Brenda- habían sido invitadas el 19 de septiembre a una fiesta en el barrio porteño del Bajo Flores. La cita era una trampa. Una camioneta Chevrolet Tracker blanca las recogió en la rotonda de La Tablada y las llevó hasta la casa de Florencio Varela, donde fueron asesinadas en la madrugada del 20 de septiembre.
Triple Crimen narco de Florencio Varela: quiénes son los nueve detenidos
Hasta el momento, hay nueve personas detenidas por el triple femicidio. Además de Celeste y Villanueva Silva, permanecen presos en Melchor Romero Andrés Maximiliano Parra (18) e Iara Daniela Ibarra (19).
En los últimos días fueron capturados otros sospechosos en Bolivia y Perú: Víctor Sotacuro Lázaro en Villazón; Ariel Giménez, acusado de cavar la fosa; Florencia Ibáñez, sobrina de Sotacuro Lázaro, por estar en el auto la noche del crimen; Matías Agustín Ozorio en Lima, y Tony Janzen Valverde Victoriano en Pucusana, escondido en un camión.