De acuerdo al Ministerio Público Fiscal, el agente no actuó en legítima defensa y tras conocerse la muerte de Thiago, se consideró que su conducta encuadraba en un homicidio con dolo eventual. Es decir, aunque no hubo intención directa de matar, debió haber previsto que disparar once veces sin un blanco concreto podía derivar en una tragedia.
El disparo que mató a Thiago fue directo a la cabeza. El chico estaba internado en terapia intensiva en el Hospital de Niños de San Justo, donde los médicos confirmaron que tenía muerte cerebral y finalmente terminó falleciendo el viernes por la noche.
Los hechos ocurrieron en Ciudad Evita, partido de La Matanza. Allí, Aguilar Fajardo se encontraba en una parada de colectivo junto a su madre cuando cuatro jóvenes intentaron asaltarlos. El agente sacó su arma reglamentaria, retrocedió unos pasos y disparó once veces en apenas nueve segundos. Uno de esos tiros impactó en Thiago, que estaba a 180 metros junto a su padre, Víctor Fabián Correa (28).
Además del niño, uno de los presuntos delincuentes murió tras recibir seis disparos —se investiga si por la espalda—, y otros dos resultaron heridos y fueron detenidos. Un cuarto asaltante logró escapar.
El video del asalto y los disparos
En una de las cámaras de seguridad de la zona se observa a los cuatro sospechosos caminando por la avenida Crovara hacia la calle Madrid. Los identificados son Brandon Corpus Antelo (18), fallecido en el lugar, y Uriel Montenovo (21) y Uriel Leiva (21), quienes quedaron bajo custodia.