El femicida, reconocido como Cristian Allende, de 36 años, entró al lugar, buscó a la joven y sin mediar palabras le pegó dos tiros en la cabeza que le provocaron la muerte de forma instantánea.
El agresor se dio a la fuga pero fue hallado sin vida por efectivos policiales en su casa. Los investigadores creen que después de cometer el hecho se suicidó.
Según informó la prensa local, Ocampo y Allende empezaron una relación cuando ella tenía 13 años y él 23. Con el paso del tiempo las agresiones verbales y físicas comenzaron a acrecentarse hasta que pudo escapar.
A su vez, fuentes policiales indicaron que la víctima radicó siete denuncias contra el hombre. Por el último hecho, en el cual Allende saltó al techo de su vivienda, decidió mudarse a otra ciudad para resguardarse.
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La investigación dentro del gimnasio donde fue asesinada la joven de 26 años. (Foto: NA)
Era el último día que iba al gimnasio porque lo había descubierto el femicida
Pero esto no alcanzó, porque las amenazas seguían y hasta sus familiares contaron que iba a ser el último día que ella iba a asistir al gimnasio ya que se enteró que su expareja sabía dónde estaba.
Horas previas al ataque, el agresor se anotó en el establecimiento, pagó la cuota y el lunes por la noche frente a decenas de personas, la asesinó.
“Belén ya había hecho denuncias contra Cristian para poner un freno a la situación de acoso que vivía. Ella ya no podía estar cerca de su familia por culpa de Cristian, se encontraba sometida y no decía nada por temor a lo que podía pasar”, contó Nancy Ocampos, tía de la joven asesinada.
A pesar de que el femicida se quitó la vida, el fiscal de la causa, Ignacio López Bustos anticipó que comenzará una investigación para determinar las responsabilidades en las denuncias previas de Ocampo.