Alberto Fernández en su despacho en el primer piso de la Casa Rosada. Foto: Archivo presidencia.
El alegato final de la vicepresidenta Cristina Kirchner en el juicio "Vialidad", no cambió la postura del presidente Alberto Fernández. Pese a que no volvieron a hablar en privado desde la última crisis por la renuncia de Martín Guzmán, este viernes siguió por televisión la defensa de la vicepresidenta ante el Tribunal Oral Federal 2, y ratificó su discurso en la ONU, donde llevó la denuncia de intento de magnicidio y violencia política contra su compañera de fórmula.
"Le pareció muy contundente, en la línea de lo que él viene sosteniendo sobre la causa", dijeron fuentes cercanas al presidente consultadas por A24.com.
Fernández llegó a la Casa Rosada minutos antes de las 12, cuando ya había comenzado el discurso de la vicepresidenta emitido en vivo por Zoom desde el Senado nacional. E invitó a la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos y al titular de la AFI, Agustín Rossi, para seguir atento el alegato.
En el entorno de Alberto Fernández señalaron que "el caso no cambia la agenda del presidente" que ya ratificó ante la ONU lo que piensa del juicio contra Cristina Kirchner: "Hay una amenaza real en Argentina y en el mundo de unas derechas recalcitrantes que estamos viendo" en este caso, relató una fuente cercana al presidente consultada por A24.com.
Después de escuchar a Cristina, Fernández grabó el discurso de apertura de la reunión anual de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a la que lo invitaron el lunes porque "Argentina tuvo una labor destacada en la pandemia", indicaron en Casa de Gobierno.
Fernández mantuvo un bajo perfil, sin agenda oficial desde que el jueves regresó a Buenos Aires tras 4 días de gira en Estados Unidos, donde participó de la Asamblea General de Naciones Unidas, y donde justamente comenzó su discurso denunciando el atentado y la violencia política contra la vicepresidenta, hecho que Cristina Kirchner hoy vinculó con el juicio que le siguen por presunta asociación ilícita en la licitación de 51 obras viales de Santa Cruz.
No se difundió una agenda pública del presidente Alberto Fernández ni de la mayoría de los funcionarios más altos del Gobierno que tienen despacho propio dentro de la Rosada.
Este viernes todos estaban atentos a la audiencia judicial mientras hablaba la vicepresidenta, que acusó a los fiscales Diego Luciani y Mola, de "mentir" y de "violar el artículo 1° de la Constitución nacional" por acusarla sin probar ninguno de los delitos de los que se la acusa, por supuesto desvío de fondos en obras de Vialidad.
La Casa Rosada estuvo prácticamente paralizada, con los ministros Jefe de Gabinete, Juan Manzur, en actos en el norte (Catamarca) y el de Interior, Wado De Pedro, sin agenda oficial, siguió el juicio desde su despacho en la planta baja de Balcarce 50, también sin agenda mientras prepara su partida en misión comercial a Estados Unidos este domingo 25, junto a 10 gobernadores.
