En el peronismo están cada vez más convencidos de que pueden dar vuelta la elección. Que el Frente de Todos puede ganar en la mayoría de las provincias y que puede recuperar la Provincia de Buenos Aires.
En el peronismo están cada vez más convencidos de que pueden dar vuelta la elección. Que el Frente de Todos puede ganar en la mayoría de las provincias y que puede recuperar la Provincia de Buenos Aires.
Juan Manzur, nuevo jefe de Gabinete está día y noche concentrado en la gestión y en dar vuelta el resultado. Esta semana se juntó con gobernadores que perdieron: Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y Mariano Arcioni (Chubut). Esta provincia es clave porque hoy el oficialismo tiene 3 senadores y podría perder 2. Es la llave del quórum. El peronismo ahí va dividido. Necesitan desesperadamente sumar sus votos.
Los anuncios para el campo apuntan a dar vuelta La Pampa y Santa Fe. También ahí perdería dos senadores el Gobierno si se repite el resultado de las PASO. No saben si va a haber tiempo.
Manzur cambió completamente la imagen de la gestión. De esto hablaron largo y tendido Manzur y Wado de Pedro en la combi que los llevó el jueves a La Matanza a entregar computadoras. Ahí el jefe de Gabinete insistió con la idea de mostrar más a los ministros y que todos hablen. Wado de Pedro levantó el perfil. “Manzur hizo más anuncios que Alberto en dos años”, reconocía un camporista.
En la Rosada miran todo con cautela. Los cambios son para poder seguir gobernando los años que quedan y para pensar en 2023. Es imposible ganar. No todos están tan de acuerdo.
La mayor parte de la energía está puesta en recuperar votos en la provincia de Buenos Aires. Para eso, distintos referentes del peronismo en el conurbano hicieron un trabajo mesa por mesa para intentar entender qué pasó en las PASO y cómo lo pueden dar vuelta. Y usan como modelo el caso testigo de Gregorio de Laferrere, el distrito más grande de La Matanza, bastión del peronismo por excelencia.
El caso de Gregorio de Laferrere es un ejemplo que se repite en todo La Matanza y en toda la tercera sección electoral (sur del conurbano). El oficialismo ganó, pero por mucho menos que lo que esperaban. Se calcula que 3 de cada 4 personas que no fueron a votar o votaron en blanco votarían al oficialismo.
Más números.
Los intendentes no pensaron que iban a perder. El susto fue grande porque perdieron y se descalabró una estructura de poder falsa que no tiene territorio.
¿Por qué se perdieron esos votos? “No salieron a militar. Están descontentos con Alberto y mucho más con Axel”, dicen cerca de uno de los hombres más poderosos del conurbano.
Nadie en política quiere perder. Se imaginaban una victoria chica. 3 puntos quizás, que hiciera peligrar un poco el status quo. Que Axelito advirtiera que los necesitaba. Pero no pasó. La derrota fue mayúscula, mucho más que la que esperaban.
Ahora van por la reivindicación. Recordatorio: Axel Kicillof, como Alberto, cambió su gabinete presionado por Cristina. Puso de Jefe de Gabinete a uno de los dos intendentes más importantes del conurbano (Martín Insaurralde, de Lomas) y como ministro de Infraestructura a Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas). “Los intendentes aportan territorio y volumen”, dice un operador.
“Axel no cuaja. Nunca empatizó con los intendentes. Su equipo son amigos de la facultad de él. Y tenían a todos a la espera de recursos y definiciones de obras”, dice. Por ejemplo, el anterior ministro “era un compañero de estudios de Axel, sin militancia en la provincia”. Agustín Simone se llamaba.
Pero los problemas de Kicillof no fueron solo con los intendentes. También tuvo roces con La Cámpora, que quedaron más solapados porque los muchachos son más discretos.
En la agrupación de Máximo Kirchner creen que lo único que funcionó bien en este tiempo en Provincia fue el plan de vacunación. Justamente, fue la única pulseada que le ganaron a Axelito copando todas las postas de vacunación; Axel quería hacerlo con gente de las universidades.
“A Axel nadie lo milita. Son los intendentes los que tienen que pedirle a la gente que vaya a votar. Tampoco La Cámpora lo militó. Él es Cristina pura y dura, y ahora la jefa le soltó la mano”, dice este hombre del peronismo.
Aventuran que en el gabinete de Kicillof va a haber más cambios.
“Lo dijimos en febrero. Con escuelas cerradas se perdía la elección”, advirtieron cerca de un intendente. Las escuelas estuvieron cerradas y se perdió. Por eso, ahora quieren la cabeza de Agustina Vila. Una de las ministras que en la última semana no tuvo agenda pública. Apareció el lunes en un acto obligado con el gobernador y recién el viernes informó de un acto en una escuela de Mercedes. Territorio del hermano de Wado de Pedro, en que perdió el Frente de Todos por casi 10 puntos.
Esta semana la agenda educativa estuvo en los primeros planos en el Gobierno. Todos los días Manzur tuvo reuniones sobre el tema. Terminó con el anuncio de que iban a vacunar a los chicos. A último momento sumaron al ministro de Educación a la conferencia de prensa. En ese ministerio nadie estaba al tanto del tema. Perczyk habló: "La educación es tiempo con otros, compartir tiempos con docentes. Con otros chicos y otras chicas”. Un giro de 180° en el discurso de Trotta (y Alberto), que sostenía que era lo mismo mandar tarea por Whatsapp que ir a la escuela todos los días.
El nuevo ministro durante estas dos semanas de trabajo planteó sus objetivos. "Jimmy", así le dicen, dejó algunas definiciones a sus colaboradores:
A todo esto, el sector más complicado es el de las universidades. En la Argentina volvieron los boliches con dudoso distanciamiento y dificultades para no compartir copas. Pero ir a la facultad sigue siendo una actividad de alto riesgo, según los protocolos vigentes.
Un informe reservado que circuló entre de la Agrupación estudiantil Ya Basta! (ligada al Nuevo MAS, único partido de izquierda que se opuso a la virtualidad compulsiva) detectó que:
“La Universidad de Buenos Aires es la única que todavía no ha vuelto a la presencialidad, con la mayoría de sus facultades en virtualidad total o teniendo sólo algunas instancias optativas o de evaluación en formato presencial”.
Mientras la universidad pública sigue casi en marzo de 2020, las universidades privadas ya volvieron a la presencialidad casi total a partir de agosto. El informe del centro de estudiantes habla de la Universidad Austral, la UADE, la Universidad Abierta Interamericana (UAI), la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), la Universidad de San Andrés (Udesa), la del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (Ucema) y la Fundación Barceló. En síntesis, el que paga tiene clases presenciales. El resto, puede seguir teniendo clases por WhatsApp.
“Se cambiaron las reglas de juego y el contrato educativo”, reconoció a los suyos el nuevo ministro de Educación. Esta semana se reunió el Consejo Interuniversitario Nacional a plantear condiciones para la vuelta la presencialidad.
Pero dijeron que es imposible la vuelta completa porque muchos estudiantes viven en el interior y no pueden volver a la Ciudad ya este cuatrimestre. No queda claro por qué no se puede ir a un modelo híbrido. La decisión final es de cada universidad.
No va a ser fácil para el Gobierno cambiar tanto en solo 1 mes y medio. Quizás alcance para achicar las diferencias.