Fue la reacción de la Casa Rosada ante el escándalo público por el expediente que tiene como instructor al fiscal federal Franco Picardi, bajo secreto de sumario hace veinte días hábiles. El fiscal busca pruebas, antes de definir una imputación en concreto para que actúe el juez Casanello. Determinar si hay elementos para pensar que existió un circuito de coimas, aquello de lo que hablaba Diego Spagnuolo en las grabaciones.
Cuando se pidió la opinión sobre estos dos pedidos a los abogados de Spagnuolo, Juan Araoz De Lamadrid e Ignacio Rada Schultze, consideraron que era conveniente pedir una prórroga. En este contexto, se conoce que Spagnuolo evalúa pasar a la condición de "arrepentido".
Es una figura penal que conlleva varios elementos "pesados". Para el "arrepentido", supone reconocer su culpabilidad en un delito dado, por lo que será condenado pero con una reducción en la pena. Pero para que esto ocurra, debe dar datos veraces y comprobables sobre una red del delito que, sí o sí, involucren a sus superiores. Spagnuolo era director de una dependencia del gobierno Nacional, por lo que los responsables podrían estar en lugares encumbrados del poder.
¿Con qué va a colaborar si decide ser arrepentido? Ese dato podría ser clave en una investigación que aún no tiene imputaciones.