Los ATN son recursos que se retienen antes de la coparticipación federal y que el Poder Ejecutivo puede asignar ante emergencias o situaciones excepcionales. Gobernadores de distintos signos políticos venían reclamando reglas claras para su distribución y habían impulsado la sanción de la ley, acusando al Gobierno nacional de retenerlos sin criterios transparentes.
El proyecto contó con el respaldo de casi todo el arco opositor y superó las votaciones en Diputados y en el Senado, pese al rechazo del oficialismo. Ahora, el futuro de la norma dependerá del debate en la Cámara alta, en un escenario marcado por otras discusiones similares, como la reciente insistencia parlamentaria con la ley de emergencia en discapacidad.
El veto refuerza la tensión entre el Congreso y el Ejecutivo sobre el manejo de fondos federales, en un momento en que el Gobierno busca recomponer su vínculo con los mandatarios provinciales y avanzar en acuerdos que permitan encarar la agenda legislativa de fin de año, en un contexto electoral.
En la justificación del decreto que vetó la ley y que lleva firma del presidente, hay una defensa a la posibilidad de usar discrecionalmente los fondos. “La posibilidad de asignar discrecionalmente los recursos del Fondo no responde a un diseño legislativo caprichoso e injustificado sino a una necesidad estructural del federalismo argentino, que requiere contar con mecanismos de auxilio excepcionales y ágiles dotados de la necesaria flexibilidad”, argumenta.
Luego cuestiona al poder legislativo por la sanción de la normativa: “El proyecto sancionado pretende reconducir tales recursos hacia un esquema de distribución automática conforme a los coeficientes de coparticipación general, lo cual altera la finalidad legalmente asignada a los Fondos de ATN y priva al Estado Nacional de una herramienta de acción inmediata frente a emergencias y desequilibrios financieros que requieren deicisiones rápidas y acordes a su carácter imprevisto”.