Juan Schiaretti, gobernador de la provincia de Córdoba.
Un sector de Juntos por el Cambio cree que hay que hacer un acuerdo político muy amplio para poder ganar las elecciones y gestionar la crisis que se viene. Va a haber que tomar medidas muy duras el primer año de gestión y para eso hace falta apoyo político. Como le pasó a Duhalde en 2002, no alcanza con tener gente de un solo partido político: hay que hacer un gabinete amplio con fuerte respaldo legislativo.
Juan Schiaretti es gobernador de Córdoba. Estuvo 8 años en el poder (antes había gobernado otros cuatro) y siempre estuvo en la vereda de enfrente del kirchnerismo. Su provincia es probablemente la más antiperonista de la Argentina.
Desde hace muchos años, Schiaretti gana en las elecciones provinciales y su fuerza pierde las nacionales a manos de Juntos por el Cambio. La única excepción fue en las PASO 2015, cuando José Manuel de la Sota encabezó una precandidatura presidencial en alianza con Sergio Massa.
La estrategia de un sector de Juntos por el Cambio tiene que ver con fortalecer la presencia en Córdoba. A su vez, siendo la provincia más antikirchnerista tiene un voto "halcón" muy duro. La posibilidad de tener en algún formato la presencia de Schiaretti debilita automáticamente la precandidatura de Patricia Bullrich.
El tema se tiene que debatir adentro de Juntos por el Cambio. En la mesa hay cuatro patas:
Larreta no tiene representante en la Mesa, que tiene que tomar decisiones siempre por unanimidad. El voto negativo de Angelini invalida cualquier acuerdo. Haciendo los números, la incorporación tiene el aval de 3 de los 4 partidos de Juntos por el Cambio y de la mitad del otro (en el PRO, Larreta apoya).
Dicho eso aparece un problema de imposible solución:
Si validan esa decisión, los líderes que integran la alianza de Juntos por el Cambio quedan como si fueran marionetas de Mauricio Macri, que es el que verdaderamente se opone a la incorporación de Schiaretti.
Si la impugnan, tienen que romper la alianza, pero pierden al líder del espacio (y quizás el que tiene mayor cantidad de votos). Se genera un nuevo escenario completamente abierto. Ya no serían tercios, sino que aparecería un cuarto jugador. A su vez, eso dejaría abierta una posibilidad de alianza entre Macri y Milei.
En cualquier escenario, la situación vuelve a tensionar a Juntos por el Cambio. Por ahora se pasó a un cuarto intermedio. Seguramente se deje la decisión en un impasse hasta que el PRO pueda unificar una postura. Ahí se verá la fortaleza que tenga Larreta hacia adentro del partido.
Un importante dirigente de Patricia Bullrich planteó a A24.com: "Nosotros perdemos cuando nos peleamos". Cuando dice "Nosotros" se refiere a Juntos por el Cambio en general, pero a Patricia Bullrich en particular.
Un dato a tener en cuenta: Macri siempre quiso incorporar a Schiaretti a la coalición. Nunca había podido convencerlo. Habrá que ver las razones de fondo por las que ahora se opone.
Mientras tanto, Larreta apareció esta mañana con una jugada fuerte. Presentó una medida de equipamiento de la policía de la Ciudad (la excusa) para presentar formalmente su nueva adquisición política: Miguel Pichetto. Es un dirigente amado por el círculo rojo, pero que tiene la habilidad política de jugar siempre a perdedor.
Las definiciones de Pichetto fueron contundentes:
Mientras Pichetto decía esto último, "Horacio" asentía. Se vienen tiempos tumultuosos. Quedan 10 días hasta el cierre de alianzas. 20 hasta el cierre de listas.
