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Cómo siguen las paritarias: el gobierno apuesta a que el 23% de los docentes sea el techo de referencia para el resto de los sectores

Stella Gárnica / a24.com
por Stella Gárnica / a24.com |
Cómo siguen las paritarias: el gobierno apuesta a que el 23% de los docentes sea el techo de referencia para el resto de los sectores

Cerrada la paritaria de docentes a nivel nacional con un acuerdo del 23% de aumento en dos tramos entre marzo y junio, pero sin cláusula gatillo, el Gobierno apuesta a ese porcentaje como techo de referencia para el resto de las negociaciones paritarias del sector público y privado, aunque sin cláusula gatillo, en caso de que se dispare la inflación.

Desde la Casa Rosada insisten en asegurar que "las paritarias son libres", pero fuentes del Gobierno admitieron a A24.com que lo acordado por el Presidente con los jefes sindicales en las últimas semanas, por separado, la mayoría accedió a negociar sumas fijas similares a los aumentos dados por decreto por el Gobierno: entre los $4000 y los $10.000 para el primer semestre, es decir, a pagarse en cuotas entre abril y julio. Sin cláusula gatillo indexatoria.

La idea del Gobierno es patear las paritarias de esa manera, sin definir un porcentaje fijo al menos hasta que el Consejo Económico y Social se ponga formalmente en marcha y se defina el plan económico y la previsión de inflación para todo el año.

Por ahora el único gremio que cerró paritarias es el de Camioneros, que acordó el 26%.

Eso sucederá solo después que se cierre -si es que se cierra-, la renegociación de la deuda externa con el FMI y los bonistas.

Como muestra de ese objetivo, Fernández recibió en Casa Rosada el miércoles a todos los gremios docentes minutos después de firmado el acuerdo y en lo que intentó ser un gesto para mostrar hacia el resto de los sectores, una seguidilla de encuentros que el propio Alberto abrió cuando anticipó en declaraciones radiales que iba a recibir a todos los gremios en Casa Rosada y que se ocupa personalmente del tema salarial y la necesidad de mejorar el poder adquisitivo y reactivar el consumo interno.

Las paritarias en las provincias y la cláusula gatillo

Un día después del acuerdo nacional con los docentes y dos días antes del comienzo del ciclo lectivo, el gobierno bonaerense concretó una nueva oferta salarial a los gremios docentes del orden del 16,5% que de ser aceptada, elevaría el salario básico de 11.821 pesos a 12.767 pesos en marzo y a 13.772 pesos en junio próximo.

El resto de las provincias tomarán como base las negociaciones nacionales pero adaptándolas a la crisis financiera local, como hizo el gobernador bonaerense, Axel Kicillof que para intentar convencer a los gremios docentes locales ofreció un agregado de una cláusula de garantía ante incrementos inflacionarios que superen el aumento.

La frustrada unidad sindical

Aunque convencer a todos de unir a la CGT en un solo espacio era su objetivo de máxima, Alberto Fernández nunca pudo reunir a los máximos dirigentes de las tres centrales sindicales por separado: CGT (oficial) y las dos CTA convocadas a la Casa Rosada, en varias oportunidades, porque siempre faltó algún dirigente.

Este miércoles, tras la firma del acuerdo de las paritaria nacional docente con un aumento del 23% junto a los ministros de Educación, Nicolás Trotta y de Trabajo, Claudio Moroni, logró juntar a todos los gremios docentes nacionales en una sola mesa en la Casa Rosada.

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Alberto Fernández recibió a los gremios docentes tras cerrar la paritaria nacional
Alberto Fernández recibió a los gremios docentes tras cerrar la paritaria nacional

Al encuentro asistieron David Edwards, secretario General Adjunto de Educación Internacional (EI); Hugo Yasky, diputado nacional y presidente de la Internacional de la Educación América Latina (IEAL); Sonia Alesso, secretaria General de la CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación); Roberto Baradel, secretario General del Suteba (Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires), y Carlos de Feo, Secretario General de CONADU (Federación Nacional de Docentes Universitarios).

También estuvieron Combertty Rodríguez, coordinador Regional Principal para América Latina de (EI) y Eduardo Pereyra, secretario de Relaciones Internaciones de CTERA.

El Presidente felicitó a todas las partes porque “han hecho un gran esfuerzo” y si bien remarcó que “no nos sobra nada, quisimos volver a garantizar un equilibrio docente en todo el país”.

La paritaria fijó el nuevo salario mínimo inicial en 23 mil pesos a partir de febrero y en 25 mil pesos a partir de julio. También se estableció el pago de una suma fija extraordinaria, a cargo del Fondo Nacional de Incentivo Docente, de 4.840 pesos que se abonará en cuatro cuotas de 1.210.

Sin embargo, la semana anterior, se frustró un intento de unir en una misma foto en el despacho presidencial, a las tres CGT en un encuentro en Casa Rosada con la Confederación Sindical de la Américas, que le abrió a las tres centrales del país. Como el armador fue un ceteísta, la CGT decidió esquivar el convite y gambetear la foto.

Alberto Fernández tenía agendado un encuentro con la Confederación Sindical de trabajadoras y trabajadores de las Américas (CSA). Es la expresión sindical más importante de la región y un paraguas que contiene federadas a las tres centrales obreras del país.

Una vez que estaba asegurada la cita el titular de la CSA, Rafael Freire Neto, abrió el juego para los actores locales e invitó a la cumbre a la cúpula de las dos CTA y de la CGT. Iba a ser una foto de peso con obvio volumen político en momentos donde el Gobierno definió los aumentos por decreto a las jubilaciones y sigue su negociación con el FMI.

Sin embargo una inesperada interna frustró la posibilidad. En una primera instancia estaban confirmados, pero más tarde comenzaron a bajarse los invitados.

Desde la CGT en un encuentro a solas con el Presidente y con el ministro del Interior, Eduardo De Pedro la semana anterior, se llegó a confirmar una comitiva pero finalmente desistió sin más detalles. Lo mismo sucedió con el camionero, Hugo Moyano que asistió solo a la Casa Rosada a la reunión con De Pedro y el Presidente.

El encargado de la convocatoria con la CSA había sido motorizada por el ultrakirchnerista líder del Suteba, Roberto Baradel, de la CTA de los Trabajadores. Esa designación hizo ruido en la CGT de la calle Azopardo (los gordos) que casi por premisa no participa de los espacios sindicales que no conducen.

Las internas no terminaron ahí. Tras la salida de la CGT las presencias siguieron limitándose y la cumbre terminó siendo sólo de Fernández con Freire Neto, el propio Baradel por la CTA que conduce Hugo Yasky y Ricardo Peidro por la CTA Autónoma.

Lo que pudo ser una instantánea potente, en medio de la definición de la pauta paritaria de 2020 y el mismo día que el FMI reconocía la insostenibilidad de la deuda, terminó siendo una demostración más de la dispersión del movimiento obrero argentino y de la complejidad de encontrar espacios de unidad que trasciendan las internas e intereses sindicales propios.

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