Casa Rosada

Tras el desplante de Cristina y debilitado políticamente, Alberto Fernández redobla su apuesta por la reelección

La campaña de Alberto Fernández por la reelección ya arrancó, pero parece surrealista en medio de la crisis política y económica que envuelve al Gobierno.
Stella Gárnica
por Stella Gárnica |
El presidente Alberto Fernández intenta retomar la iniciativa tras la fractura con el kirchenrismo por el acuerdo con el FMI y ya habla de l reelección. Foto: Archivo

El presidente Alberto Fernández intenta retomar la iniciativa tras la fractura con el kirchenrismo por el acuerdo con el FMI y ya habla de l reelección. Foto: Archivo, Día de la Militancia, 24 de noviembre, Plaza de Mayo, fue el día que pidió definir candidatos para el 2023 en las PASO. 

Apoyarse en su círculo más íntimo y con gobernadores del PJ más ortodoxo, lanzar un paquete de medidas para atacar la inflación y empezar a hablar de reelección, son los temas de agenda que intenta instalar ahora el Gobierno, para esconder una posible ruptura de la coalición de Gobierno.

Alberto Fernández no parece ser un presidente con mucha suerte, él mismo lo suele decir ante sus colaboradores y en los últimos discursos oficiales. Cuenta que cuando llegó al poder elegido por su ahora detractora vicepresidenta, tuvo que afrontar la negociación de la deuda, la inflación del 52%, la recesión y pobreza de más del 40% que dejó el Gobierno de Mauricio Macri y de Cambiemos.

Pero cuando empezaba su primer año de gestión, sobrevinieron dos años de pandemia y cuando empezaba a resolverse la crisis sanitaria, llegó la guerra en Europa que amenaza con trastocar todo el acuerdo alcanzado con el FMI por la disparada de la inflación mundial, la amenaza de desabastecimiento de alimentos y de otros commodities como el petróleo y el gas.

La crisis económica y la campaña surrealista de Alberto Fernández

Alberto Fernández arribó a Salta.jfif

Mientras que el Consejo del Salario acordaba esta semana una modesta (?) suba del salario mínimo de 45% para todo el año, con posibilidad de revisión en 6 meses para no perder contra la inflación, el INDEC pegaba un baño de cruel realismo al Gobierno anunciando la nueva disparada de la inflación de febrero.

La suba de precios al consumidor (IPC) del 4,7% en febrero (7,5% en alimentos) amenaza con superar el 15% en el primer trimestre de este 2022 y se aleja de las proyecciones anuales pautadas en el acuerdo con el FMI (entre 42 y 48%). La inflación, admiten en el Gobierno, podría dispararse aún más del 5% en marzo por las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania.

Alberto Fernández encabezó el miércoles una reunión con el Consejo del Salario en Casa Rosada.jfif

Esta semana el INDEC actualizó las estadísticas de pobreza y señaló que una familia para no ser pobre, necesita un sueldo mínimo de $83.000, cuando paradójicamente un día antes, el Consejo del Salario integrado por el Gobierno, gremios y empresarios, fijó en $47.000 el salario mínimo vital y móvil. Casi la mitad de lo que necesita una familia tipo para sus necesidades básicas.

Mientras todo eso sucedía, el kirchnerismo preparaba la última estocada para votar en el Senado en contra del plan económico acordado por Guzmán con el FMI y Alberto Fernández se mostraba en su nueva agenda de campaña, a esta altura casi surrealista.

Con una imagen de un Presidente por momentos alejado de la realidad que viven millones de argentinos: "El año que viene..., el viernes que viene, pasado mañana... ¿qué día es hoy?", preguntó a quienes lo rodeaban en un acto de entrega de viviendas el jueves en Salta, al hablar de los anuncios de medidas económicas que preparaba el Gobierno para "empezar la guerra contra la inflación", según sus propias palabras.

https://twitter.com/alferdez/status/1503816082993426439

El miércoles el mismo presidente difundió un video en su cuenta en Twitter visitando y bailando con mujeres en una pileta climatizada haciendo Aquagym, y más tarde cerró la jornada con un acto en el CCK, inaugurando un espacio de flotación sensorial y más tarde, todo el mismo día, dando clases a sus alumnos de la cátedra de Derecho Penal en la UBA.

Después de ratificar a todo su gabinete en medio de las presiones y acusaciones cruzadas, el Presidente se mostró alejado de la realidad porteña y pasó las últimas 24 horas en provincias del norte, acompañado por Manzur y gobernadores peronistas.

Alberto Fernández inauguró un nuevo espacio en el CCK.jfif

Lo recibieron en el aeropuerto de Salta rodeado de soldados del ejército de Güemes armados con espadas, mientras el país se debatía entre llamas por la nueva escalada inflacionaria y un nuevo default.

La frase “este viernes vamos a declararle la guerra a la inflación”, no fue al azar. Fue planificada en esta estrategia diseñada en la nueva mesa chica que rodea al presidente integrada por la portavoz Gabriela Cerruti, el secretario general de presidencia, Julio Vitobello, el asesor y operador político presidencial Juan Manuel Olmos, los ministros de Desarrollo Social, Juan Zabaleta y de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, al que se sumó en las últimas semanas el jefe de Gabinete, Juan Manzur aportando algunos gobernadores del PJ.

La fractura expuesta entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner

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Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

El clima de incertidumbre en Casa Rosada era tal el jueves, que nadie se animaba a interpretar la respuesta de la portavoz presidencial, cuando en conferencia de prensa reconoció que Cristina no le responde los chats de whatsapp al Presidente de la nación.

En filas albertistas, el comentario era que se equivocó Cerruti al decir lo que dijo, pero los que la critican son voceros del sector del albertismo que más impulsan la ruptura. Sostienen que Alberto debe romper ya con el kirchnerismo que le dio la espalda en el Congreso y votó en contra del acuerdo con el FMI.

El sector más moderado del albertismo en el que se ubican Cerruti, Vilma Ibarra y entre otros, aconsejan al Presidente no ser él quien tire la primera piedra de ruptura y que insista en que las diferencias pueden ser administradas políticamente sin que la coalición de Gobierno se rompa.

Cerruti salió a aclarar eso 24 horas después de haber blanqueado la relación personal está rota, pero que sigue intacta la relación política y la unidad en el Frente de Todos, para trabajar en otros temas, más allá del rechazo a la negociación con el FMI y el plan económico de Martín Guzmán.

Cerruti intenta hacer equilibrio pero a veces no puede porque los de arriba se pelean y no hay nadie que haga de puente para retomar el diálogo al más alto nivel. Alberto y Cristina eran amigos, pero ahora están enojados. Lejos quedó la promesa que ambos hicieron al anunciar la fórmula presidencial en abril de 2019.

La duda es cómo hará Guzmán y Alberto Fernández para gobernar y aplicar las medidas que deba tomar, sin apoyo de la oposición que ya anticipó que no avalará el plan económico; y sin el kirchnerismo, que según celebran algunos en la Casa Rosada, ya son una minoría dentro del peronista Frente de Todos.

Algo de eso se dijo en un acto que encabezaron el jueves en Tucumán Alberto Fernández y Manzur, quien igual que Guzmán, destacaron al Presidente como "el conductor del peronismo".

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A Alberto Fernández le quedan dos años de mandato y su plan es despegarse del cristinismo para gobernar apoyado en el peronismo más ortodoxo que representan gobernadores, intendentes la CGT, la UIA y algunos movimientos sociales como el Evita y barrios de Pie que todavía le responden.

¿Qué dirá el kirchnerismo al respecto?. Esa es la otra pelea que se avecina en el Frente de Todos. Mientras no se descarta una aceleración del debate por la institucionalización de la coalición de Gobierno, con mecanismos que definan la forma de selección de candidatos para 2023, y el sistema de toma de decisiones en el Gobierno. ¿Habrá cambios de gabinete?

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