A través de tarjetas prepagas, cada establecimiento podrá realizar compras de alimentos frescos y secos, con la posibilidad de destinar hasta un 6% de los fondos a insumos de higiene, limpieza y conectividad. No se permitirán extracciones de efectivo, garantizando que el dinero se use exclusivamente para la compra de productos habilitados.
Para ser beneficiarios, los establecimientos deberán pasar por un relevamiento territorial y presentar documentación respaldatoria. Además, estarán sujetos a auditorías y controles periódicos para asegurar la transparencia en el uso de los fondos.